Europa apoya la segunda dosis con AstraZeneca
La Agencia del Medicamento afirma que el beneficio excede al riesgo en todas las edades, especialmente entre los mayores
Los trombos inusuales con bajos niveles de plaquetas ocasionados por la vacuna de AstraZeneca y la falta de claridad sobre los perfiles de riesgo han ocasionado que los Estados miembros hayan tomado decisiones contradictorias sobre su administración. Dentro del seguimiento sobre este antídoto y sus posibles efectos secundarios, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha dictaminado en su último informe que mantiene su recomendación de recibir la segunda dosis entre las 4 y 12 semanas posteriores a la primera inyección y que en todos los grupos de edad los beneficios superan sus riesgos.
En España hay dos millones de pacientes que tomaron una dosis y que permanecen en el limbo, ya que Sanidad todavía no ha tomado una decisión sobre si pueden recibir la segunda inyección.
Otros países como Francia han decidido sustituir la segunda dosis por Pfizer y Moderna, a pesar de que estas vacunas están basadas en una tecnología diferente, la del ARN mensajero.
La agencia europea no respalda este tipo de decisiones ya que considera que no hay evidencias científicas para realizar cambios en las pautas recomendadas. «Los datos disponibles respaldan continuar dando la segunda dosis de AstraZeneca entre cuatro y 12 semanas después de recibir la primera, en línea con las recomendaciones del fabricante. Los datos no respaldan la estrategia de retrasar o evitar administrar la segunda dosis de AtraZeneca. Para quienes no reciban la segunda dosis de esta vacuna, no hay datos suficientes para hacer una recomendación alternativa», aseguró el subdirector de la Agencia Europea del Medicamento, Nöel Wathion.
La EMA no ha aportado ningún dato concluyente sobre perfiles de riesgo que deberían quedar exentos de esta vacuna, pero ha reconocido que la mayoría de los afectados por los coágulos son mujeres menores de 60 años. Estos indicios han llevado a que países como España hayan decidido no administrar el suero a los menores de esta edad, mientras otros como Bélgica han puesto este umbral en los 55 años.
La EMA , sin embargo, sigue considerando que los beneficios superan los riesgos en todos los tramos de edad, especialmente en los más avanzados. «En todos los escenarios la vacunación previene previene la hospitalización, del ingreso en la UCI y de la muerte. Estos beneficios son más altos en las personas mayores en las que afecta más el virus, declaró Peter Arlett, jefe del departamento de Farmacovigilancia y Epidemiología de la agencia.
Según el organismo, estos trombos suceden a una media de 1 de cada 100.000 vacunados. Por edad, supone 1,9 entre los 20-29 años, el 1,8 entre los 30-39 y el 2,1 entre los 40-49, la cifra más alta en todos los grupos de edad ya que desciende hasta 1,1 entre 50-59. Entre los más de 80, la cifra es tan sólo del 0,4%.