El caso del marido infiel y unos okupas muy legales
En su nuevo e intrigante libro, Louise Gandlish vuelve a usar la cotidianeidad de las pequeñas cosas para mantener la tensión
Entre las diversas formas de abordar «Nuestra casa», una intriga doméstica con aires de «cozy mistery», una se centraría en las desventuras de una esposa en trámites de divorcio que un
buen día vuelve de un viaje a su maravillosa casa y se la encuentra vacía y ocupada por los nuevos propietarios que se la han comprado a su ex marido, en paradero desaparecido.
Dos relatos en internet de la esposa y el marido ponen al lector al corriente del extraño caso de la mansión vaciada en un fin de semana y vendida a unos extraños que tienen las escrituras en regla. Resulta evidente que el hombre es culpable por su negligente comportamiento y el protagonista del misterio que se desvela a medida que ambos textos avanzan a buen ritmo y dosifican
dosifican la intriga y los giros para logra dosis aditivas de suspense en esa montaña rusa en que se convierte esta desquiciante intriga psicológica.
Es curioso cómo el comportamiento del marido se parece al de
Edipo atrapado en la hamartía aristotélica que Northrop Frye define como «el error cometido, asimilable a la mala acción». En este caso es la mala suerte acumulada por el protagonista, que no cesa de meter la pata y hundirse en la miseria ante la mirada sorprendida e impotente del lector, que odia a esa mujer estricta y se identifica con el destino fatal del estúpido esposo infiel. Sorprendente y taquicárdica. La única recomendación que cabe añadir es leerlo a ser posible con un desfibrilador a mano.
▲ Lo mejor
Que supone el regreso de la autora de «La viuda» con otra intriga doméstica desquiciante
▼ Lo peor
Una cierta lentitud, que tampoco es muy grave, cuando se llega al tramo medio de la obra