La Razón (Andalucía)

Martínez Vidal y el aleteo de la mariposa murciana

Su ascenso fulgurante en Ciudadanos sembró odios cainitas y la moción fracasó

- Alfredo Semprún

ElEl caso es que todo parecía irle de perlas a Ana Martínez Vidal, portavoz y consejera del gobierno murciano, coordinado­ra regional de Ciudadanos y parlamenta­ria en la Cámara autonómica. Incluso había rehecho su vida sentimenta­l, tras dos fracasos matrimonia­les, con un compañero de partido, Jerónimo Moya, que estuvo al frente de la gestora de la formación naranja y que se había convertido, según confesión propia, en su jefe de gabinete y asesor particular, cuando todo se precipitó en el abismo político de la moción de censura fracasada. Valenciana, de 42 años, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos como su padre y sus hermanos, ex militante del Partido Popular, al que se afilió en 2009; concejal en el

Ayuntamien­to de Murcia entre 2011 y 2015, se quedó sin sitio en la candidatur­a para las siguientes elecciones y opositó al Estado, con éxito, pero sin plaza. Su llegada a Ciudadanos fue espectacul­ar. El hombre fuerte de Rivera, Fran Hervías, la catapultó al puesto número 3 de la lista para las elecciones autonómica­s de 2019 y la líder local, Isabel Franco, recibió su incorporac­ión con el mismo entusiasmo que los socios del Atlético el fichaje de Joao Félix. Llegaba una «crac» de la política para hacer aún más grande a un partido que soñaba con la primogenit­ura del centro derecha, pero, qué cosas, estaba a menos de seis meses de su nadir parlamenta­rio. No les fue mal en el bastión popular murciano. Con Martínez Vidal consiguier­on seis escaños en la Cámara regional, dos más que en las anteriores elecciones, y se convirtier­on en la llave del gobierno. Y Martínez Vidal fue de los más entusiasta­s a la hora de promover un Ejecutivo de coalición con los populares. Luego, llegó la debacle nacional, la dimisión de Albert Rivera y el liderazgo de Arrimadas. Pero en la hermosa Murcia, pese a la DANA y la pandemia, las cosas parecían ir al trantran, aunque no para nuestra protagonis­ta, que se divorció de su segundo marido, José Francisco Pérez, un ex dirigente del PP regional, mientras Ciudadanos ponía en marcha una comisión gestora con David Sánchez Hernández, Valle Miguélez Santiago y Jerónimo Moya Puerta, que, a la postre, se resolvería con el ascenso de Martínez Vidal al puesto de coordinado­ra general, por encima de la veterana Isabel Franco, que, como recordarán, la había recibido con los brazos abiertos. El primer primer aleteo de la mariposa no tardó en llegar. Había cambios de aires políticos en el partido naranja tras la debacle en Cataluña cuando Martínez Vidal, con el respaldo de la dirección nacional, decidió forzar una crisis de gobierno que provocó la dimisión de una atribulada y humillada consejera de Transparen­cia, Beatriz Ballestero­s, magistrada de profesión. Ese día, Isabel Franco abandonó el Consejo «para que no la vieran llorar» y juró odio eterno a su compañera de partido. El segundo aleteo fue el acuerdo con los socialista­s para presentar la moción de censura a López Miras. Y la ligera brisa levantada se convirtió en tormenta en Madrid. Pero Martínez Vidal no se siente responsabl­e de nada. Es más, considera que el triunfo de Ayuso estaba cantado, porque «ha hecho lo que no se atrevió a hacer el PP murciano, que ha arruinado a muchos sectores económicos a los que no les ha permitido trabajar». Pues eso. Y Fran Hervías, en el PP.

 ?? EFE ?? La ex candidata de Cs a la Presidenci­a de Murcia, Ana Martínez Vidal, se abraza a su pareja al final del primer debate
EFE La ex candidata de Cs a la Presidenci­a de Murcia, Ana Martínez Vidal, se abraza a su pareja al final del primer debate

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