Una madre coraje en la ONU
Dirección y guion: Jasmila Zbanic. Intérpretes: Jasna Djuricic, Izudin Bajrovic, Boris Ler, Dino Bajrovic, Boris Isakovic. Bosnia y Herzegovina, 2020. Duración: 104 minutos. Drama.
Aida se cuelga del péndulo de la Historia, que, balanceándose en presente, pasa de lo micro a lo macro, y viceversa, con asombrosa velocidad. Una de las virtudes más admirables de la película de Jasmina Zbanic es, precisamente, su capacidad para cambiar de escala sin perder el foco: de la tragedia colectiva de la masacre de Srebrenica, con sus escenas de masas y sus gritos anónimos en el hangar de la ONU al drama individual de Aida, que gasta las suelas de sus zapatos y su voluntad férrea para salvar a su marido y sus dos hijos de una muerte segura. Ahora vemos la fragilidad de las negociaciones de los bosnios con un sangriento general serbio, ahora vemos el rosario de dilemas morales con que tiene que enfrentarse para lograr lo que quiere. El trabajo de Aida como traductora de la ONU la convierte en una diosa de la mediación: siempre es el eslabón que falta en una cadena de comunicación que pende de un hilo y que está condenado a moverse de un lado a otro como un columpio oxidado. En ese frenesí de vectores opuestos, Zbanic crea tensión con una virtuosa puesta en escena precisamente por su falta de virtuosismo, por su pragmatismo y su servicio a la historia que denuncia la impotencia de los cascos azules de la ONU ante el avance serbio y el amor de una madre que parece predestinada a imitar a la Sophie de William Styron en una guerra que nunca tuvo que haber ocurrido.