Lo que se da sí se quita
El sevillismo ha esperado 41 años para cobrarse una deuda histórica
«Así, así, así gana el Madrid». El presidente Eugenio Montes Cabeza sabía que muy pocos de los sevillistas presentes ese día en el Sánchez-Pizjuán iba a celebrar el triunfo de su equipo, que nada se jugaba en la penúltima jornada de Liga. Lo que no se imaginaba era el estallido contra el palco cuando, al indicar Soriano Aladrén el final del partido, la afición vio a sus jugadores, decepcionantes todo el curso, abrazarse alborozados tras el 21 endosado a la Real Sociedad, invicta hasta entonces y que se dejó sus opciones de ganar un título que terminó sumando el Real Madrid. Un maletín con cinco millones de pesetas, el vil metal, motivo a los verdugos de Arconada y compañía.
El martes hará 41 años de aquel 11 de mayo de 1980 en el que el Sevilla le puso la Liga en bandeja al Real Madrid gracias a un doblete del campeón del mundo argentino Daniel Bertoni, el segundo de cuyos goles llegó cuando los sevillistas jugaban con nueve por las expulsiones de su capitán, Pablo Blanco, y Juan Carlos. Fue la victoria más amarga, el regalo al mayor enemigo, que hoy podría quedar vengada en Valdebebas si los hombres de Julen Lopetegui rompen con la serie de trece derrotas consecutivas que arrastran en el campo del Real Madrid y apartan a los merengues del liderato que hoy acarician tras el empate del Camp Nou.
Alejandro Valero, portero sevillista que aquel día jugó el único partido de su carrera en Primera, admitió el año pasado a Efe que él y sus compañeros cobraron «una prima doble, pero la pagó el club» sevillista. Ésa fue la versión oficial, fijada tras las declaraciones ante el Comité de Competición de Blanco y Bertoni, que sobreseyó el expediente por falta de pruebas. La realidad es que los trece jugadores que actuaron se llevaron 300.000 pesetas por barba, más 600.000 que se repartieron auxiliares y no convocados, y otro medio millón que Miguel Muñoz, entrenador del Sevilla históricamente vinculado con el Real Madrid, cobró incluso antes del encuentro.
No fue la única prima que la directiva de Luis de Carlos pagó para frenar la marcha de la Real Sociedad aquella temporada. En la jornada vigésimo sexta, siete semanas antes, el Comité de Competición multó al Real Madrid con 2.600.000 pesetas por primar al Betis, a cuyo capitán, Antonio Benítez, se le suspendió la ficha durante un mes al probarse que fue el encargado de recoger el dinero –75.000 pesetas por futbolista– que él y sus compañeros percibieron por empatar a cero en Atocha.