Primera víctima política de la revuelta en Colombia
La ministra de Exteriores, Claudia Blum, presenta su dimisión al presidente tras las críticas internacionales a la represión policial
Una carta enviada a la Casa de Nariño marcó el final de la gestión como ministra de Exteriores de Colombia, Claudia Blum, que duró un año y cuatro meses. Desde la madrugada de ayer circulaban versiones sobre la dimisión de la funcionaria, que finalmente se han concretado en una renuncia de carácter «irrevocable» y «efectiva de manera inmediata» ante el presidente Iván Duque.
En su carta de renuncia, Blum ratificó su apoyo y admiración al presidente, a quien agradeció la confianza que le otorgó al haberla nombrado en Exteriores, donde, dice, trabajó «con dedicación y entrega para promover y defender los principios y valores de la democracia, la legalidad, la equidad y el emprendimiento, en la política exterior de Colombia».
Esto significa que Blum no irá a Europa, como hasta apenas horas antes de confirmarse la noticia decía su agenda confirmada. El viaje estaba previsto para este fin de semana, con el objetivo de iniciar una ofensiva diplomática para atender y aliviar la imagen negativa del Gobierno de su país por los señalamientos de violaciones a derechos humanos durante las cruentas protestas de los últimos 15 días.
Su salida se concreta al acumularse las peticiones de la comunidad internacional sobre los abusos policiales. La Organización de Estados Americanos (OEA), EE UU, Reino Unido, Canadá, Alemania, Amnistía Internacional, entre otros, emitieron pronunciamientos exigiendo el respeto a los derechos humanos.
Frente a ello, la respuesta del gobierno de Colombia fue que el país rechazará «los pronunciamientos externos que no reflejan objetividad y que buscan alimentar la polarización en el país» y que «Colombia es un Estado de derecho y seguirá abierto al escrutinio internacional».
Incluso la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se pronunció contra lo que calificó de uso excesivo de la fuerza en las manifestaciones. Tras ello, la Cancillería le hizo duras críticas por publicar informes sobre actos de violencia en Cali sin contratar con fuentes oficiales.
Situaciones que habían ocasionado roces entre Blum y Duque, quien recientemente le habría presionado en privado durante el más reciente Consejo de Ministros, según la prensa local.
En la oposición colombiana se ha asumido la renuncia de la titular de Exteriores como un logro del paro nacional. «Su debate internacional tumba a la arrogante canciller. Cayó Carrasquilla, la tributaria y al parecer los aviones de guerra», dijo el senador del Polo Democrático Wilson Arias.
La ex candidata presidencial Clara López se mostró complacida de la dimisión de la jefa de la diplomacia colombiana. Días antes, López había pedido la dimisión de Blum por abuso de poder después de difundir un vídeo donde acusaba al senador y líder opositor Gustavo Petro de terrorismo urbano.