Más difícil todavía
Nadal, a cuartos de Roma tras salvar dos bolas de partido ante Shapovalov
Nadal sigue vivo en Roma después de un drama de casi tres horas y media ante Denis Shapovalov. El canadiense llevó al límite a Nadal. Tan al límite que dispuso de dos bolas de partido en el tercer set antes del tie break, pero el español sobrevivió y se impuso por 3-6, 6-4 y 7-6 (7/3). Si el duelo en segunda ronda ante Sinner había sido exigente lo de Shapovalov estuvo a otro nivel. Los dos primeros partidos de Rafa en el Foro Itálico han sido sendos exámenes extremos. Y en cuartos (hoy a partir de las 12:00, #Vamos) llega Zverev, el verdugo la pasada semana en Madrid.
Rafa acabó su partido de segunda ronda ante Sinner en plena noche romana. Eran las 21:15 y menos de quince horas después tenía enfrente a Shapovalov. La historia volverá a repetirse hoy. Ante el alemán tampoco habrán pasado 24 horas. «Desgraciadamente no puedo quejarme mucho. Normalmente el programa del día lo hace el director del torneo con apoyo de la ATP y no creo que esté bien hecho», se lamentó Rafa. Y los lamentos se convirtieron en un 4-0 en contra en apenas 20 minutos. Fue un monólogo del canadiense. El número 14 del mundo es un jugador irregular, pero cuando coge la racha es una máquina de conectar golpes ganadores. De todos los colores. Con la derecha, con el revés, al resto... Rafa se topó con un muro al que no pudo hacer cosquillas hasta que bajó algo el ritmo. Y eso no sucedió hasta bien avanzado el segundo set. Cedió el primero y Shapovalov estuvo a un paso de volver a situarse 4-0. El tenis de Nadal cogió temperatura poco a poco. Le sirvió para igualar el partido, pero se topó con una nueva arrancada del canadiense en el tercero (1-3). La amenaza no surtió efecto porque Rafa igualó la ruptura de inmediato y el desenlace estuvo a la altura del resto del partido. El español tomaba la iniciativa, pero Shapovalov respondió siempre. Su saque le salvó de situaciones complicadas, salvó cinco bolas de break y su descaro le llevó a disponer de dos bolas de partido antes de llegar al desempate. Al límite, Nadal cometió menos errores y se llevó una victoria descomunal. Y ahora Zverev.