La Razón (Andalucía)

«Ahora soy una activista en traje de chaqueta»

- LAURA CANO LIÉBANA -

EvaEva Saldaña Buenache (Madrid, 1977) ha abandonado «el mono rojo por el traje de chaqueta». Es lo que toca cuando la Junta Directiva de Green pe a ce te elige como nueva directora ejecutiva de la organizaci­ón en España. La bióloga se unió a la ONG en 2004 como educadora ambiental y asumió la dirección de Movilizaci­ón en 2012. Desde ese cargo, estuvo detrás de acciones tan icónicas como aquella vez que seis activistas escalaron las torres KIO de Madrid para desplegar una campaña contra el Tratado de Libre Comercio entre la UE y EEUU.

–También escaló diferentes monumentos...

–Sí. Me he subido al Obelisco de Calatrava, en Madrid [en la pancarta que desplegaro­n se pudo leer «Zapatero: paremos el cambio climático»] o a la Torre del Oro de Sevilla, cuando pasé tres días en el calabozo.

–Ahora pasa a hacer «trabajo de despacho». ¿Cómo lo lleva?

–Es un reto. Pero me lo estoy tomando como otra forma de activismo, solo que ahora lo haré entra jede chaqueta, enfocado a deba tiren foros con empresas como Rep sol o Endesa. No me gustaría separarme mis raíces ni de la gente porque, si no, puedo sufrir una desconexió­n que no me lleve a tomar buenas decisiones. Por eso, me gustaría saltar al barro de vez en cuando y estar en espacios donde las personas me puedan contar de primera mano lo que está pasando.

–¿De dónde le viene esa vena ecologista?

–De diferentes factores que te la van «sembrando». Mi familia es humilde, viene del campo y me enseñaron a conectar con la tierra. Estudié Biológicas y me especialic­éen Ecología. A partir de ahí, trabajé en diferentes proyectos. Por ejemplo, en la Patagonia Argentina, donde vi gente que vivía literalmen­te en grandes montañas de residuos. He aprendido mucho de las comunidade­s indígenas y su lucha por proteger sus territorio­s. Por eso, mi hilo conductor es enfrentar estas injusticia­s y favorecer la conexión personas-naturaleza. Soy educadora ambiental de barro, no de aula.

–¿Cómo accede a Greenpeace?

–Una persona de dentro me llamó y me propuso entrar. Al día siguiente, cogí la mochila y me marché a trabajar para ellos, en Bilbao. El proyecto consistía en enseñar lo que era una placa solar. La íbamos enchufando y mostrando su funcionami­ento a administra­ciones de toda España, intentando mostrar que un sistema 100% renovable era posible. Y nos llamaban locos, por algo que hoy en día es evidente.

–¿Qué sintió al formar parte de Greenpeace?

–No me lo creía del todo. Yo veía a Greenpeace como una ONG lejana, muy grande y tan mágica...

–¿Esa sensación es algo que pretenda cambiar?

–Sí. Aunque se siga identifica­ndo a Greenpeace con los escaladore­s, tenemos que ir a otro concepto de activismo más accesible e inclusivo con las nuevas generacion­es. El desafío es que la gente entienda que lo que hacemos no es un reto de Greenpeace, sino de todas. La salud del planeta es la nuestra.

–¿En qué cambiará la ONG bajo tu dirección?

–Quiero un cambio cultural interno, una organizaci­ón más diversa, viva, ágil, valiente y moderna; con el poder más distribuid­o, capaz de responder de forma más rápida y sin dejar a nadie atrás.

–¿Y de puertas para fuera?

–El reto más gordo será generar un cambio de sistema. El que tenemos ahora está obsoleto, no sirve y es injusto, genera desigualda­des. Si conseguimo­s acabar con el poder fósil, democratiz­aremos la energía para la ciudadanía.

–En su discurso de «investidur­a» mencionó el egoísmo de las grandes empresas...

–Voy a señalar mucho al oligopolio eléctrico y poner en el foco a las personas. Porque lo que necesitamo­s no es solo cambiar un sistema fósil por uno renovable y ya está, sino que éste se democratic­e. Esto requiere pensar que hay ciertas cosas como la energía que tienen que ser un derecho, no un producto.

Eva Saldaña, nueva directora ejecutiva de Greenpeace España, fue líder del área de activismo en la organizaci­ón

 ??  ?? Las grandes empresas tienen que dar un paso atrás, focalizar sus planes para la sostenibil­idad y tener claro que energía es un derecho, no un producto
Las grandes empresas tienen que dar un paso atrás, focalizar sus planes para la sostenibil­idad y tener claro que energía es un derecho, no un producto

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain