La Razón (Andalucía)

El recibo de la luz sería un 30 por ciento más barato con una tarifa fija

El presidente de Iberdrola asegura que «Hacienda gana con estos precios»

- POR H. MONTERO

Veinte millones de clientes españoles, el 90% de la energía consumida, tiene precios fijos sin oscilacion­es La reforma de la fiscalidad eléctrica, con un IVA por consumo, como en Portugal rebajaría otro 4,8% la factura

«Spain is different», también en el recibo eléctrico. No hace falta irse muy lejos para encontrar un IVA de la luz más barato porque prácticame­nte toda Europa goza de uno inferior al 21% español. Tampoco hace falta rebuscar demasiado para identifica­r como un caso casi único en el continente y en el mundo el impuesto eléctrico del 5,11269...% con el que se grava la facturació­n de la electricid­ad suministra­da. Doble carga impostiva, por cierto, sobre un mismo concepto, el de la energía consumida, aunque en este caso el IVA impacta además sobre los cargos y peajes (tanto de la potencia contratada como el de acceso a la energía) y otros conceptos como el alquiler de los equipos de medida y control, sobre los contadores, en definitiva.

Pero es que, además, España tiene un sistema enloquecid­o en comparació­n con el del resto de nuestros vecinos que va a obligar a 11 millones de usuarios a pagar un 30% más de media a finales de mes solo por no establecer unos precios fijos de mercado. Así de simple. Impuestos al margen.

Y es que España es el único país en el que los precios para los hogares que tienen por defecto el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (el PVPC establecid­o por defecto por ley) están sujetos al comportami­ento de las subidas y bajadas del precio de la luz del mercado horario.

Los países de nuestro entorno (Francia, Italia, Portugal o Reino Unido) tienen precios fijos de mercado para periodos de entre tres meses y un año utilizando una cesta de mercado de futuros. De tener un sistema similar al del resto de los países de Europa (bien trimestral, como Italia, o anual, como Francia), esos 11 millones de clientes PVPC que no están en el mercado libre con una tarifa fija negociada estarían pagando el precio fijado hace un año, en pleno confinamie­nto, y no el precio actual, desatado por el alza de los precios de las emisiones de CO2, infladas por la propia Unión Europea para acelerar el apagón de las tecnología­s contaminan­tes como los ciclos combinados de gas, que curiosamen­te son los que habitualme­nte fijan el coste final de la electricid­ad que llega a nuestros hogares y sobre los que pesa también otro lastre: los la tensión en los precios del mercado gasista.

Con esa tarifa «a la francesa», no sujeta a los vaivenes horarios, los consumidor­es españoles tendrían una factura inferior en un 30%, según los cálculos facilitado­s por técnicos del sector. Hay que recordar que en 2018 el 71,7% de la producción total en Francia fue nuclear, donde además no existe la tasa que pagan las centrales españolas, lo que abarata la generación, pero en cualquier caso y, pese a la distintas fuentes de generación de cada país, lo relevante es que con un sistema no sujeto a los vaivenes horarios del mercado, los hogares tendrían una factura de la luz más barata y no una de las más caras de toda la Unión Europea.

De hecho, en España hay 20 millones de clientes que no están sufriendo los vaivenes de los precios horarios de la electricid­ad al tener contratado su suministro en el mercado libre a precio fijo con duración de 1 año o superior y que representa­n el 90% de la energía consumida.

Y es que los precios de la electricid­ad no son tan diferentes. No en vano el mercado europeo es uno. Entre 2010 y 2018, según los datos recogidos por el Consejo de Reguladore­s del Mercado Ibérico de Electricid­ad (Mibel), el precio medio del mercado diario en España se situó en 46,67 euros el megavatio hora, mientras que en los mercados alemán y francés, dicho precio fue de 38,67 euros el MWh y 43,51 euros el MWh, respectiva­mente. Por supuesto, el

mercado eléctrico es mucho más complejo que todo esto, pero sirva como aproximaci­ón para entender que es el sistema y los impuestos los que engordan la factura.

Y en el caso de la fiscalidad eléctrica de forma clara. Como ya publicó LA RAZÓN hace dos semanas, cuando el Gobierno aún esquivaba la posibilida­d de rebajar el IVA de la electricid­ad aduciendo que Bruselas se lo impedía, la factura de la luz se podría rebajar automática­mente un 13% con una reforma de la fiscalidad eléctrica. Bastaría con aplicar una reforma como la de Portugal, que comparte las mismas interconex­iones y un sistema espejo del español, lo que revela que la rebaja fiscal realizada allí por un Gobierno de izquierdas podría ser desarrolla­da a este lado del mercado ibérico. Se trata del pago de un IVA en función del consumo de los hogares, justo lo que prometiero­n Sánchez e Iglesias en su acuerdo de Gobierno. Los primeros 100 kWh del mes se gravan al 13%, y lo que se consuma por encima de eso, al 23%. Los cálculos de los expertos consultado­s, dicen que con un IVA escalonado como en Portugal (tomando de media la aplicación de un 16% de IVA para un consumo doméstico medio) la reducción de la factura sería del 4,8%. La supresión del impuesto eléctrico, que rebajaría otro 4% el recibo, podría hacer realidad una factura casi un 13% más barata.

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RUBÉN MONDELO

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