Amor entre pistolas
Lo mejor
►La relectura del deseo masculino en un género que necesitaba un «outing»
Lo peor
►Que el filme tiene material narrativo suficiente para un largometraje
«EXTRAÑA FORMA DE VIDA» ★★★★★
Dirección y guion: Pedro Almodóvar. Intérpretes: Ethan Hawke, Pedro Pascal, Jason Fernández, José Condessa, George Steane, Manu Ríos, Pedro Casablanc, Sara Sálamo. España, 2023. Duración: 31 min. Western.
A la sombra de un fado de Amalia Rodrigues, Almodóvar ha sacado a relucir todo lo que de sirkiano tenía el mito del western. La sensibilidad del melodrama, entendido como «women’s film», se filtra en la tierra quemada, árida, del laconismo arquetípico de un género con esqueleto y músculo masculino. En «Extraña forma de vida» hay, por un lado, un diáfano respeto por los clásicos, y, por otro, una puesta en abismo de su modernidad oculta: los hombres también se amaban en «Río rojo», pero no se atrevían a decirlo. Por eso el cortometraje de Almodóvar es tan emocionante: el reencuentro entre un sheriff y un ranchero tras veinticinco años separados, cada uno en sus respectivos armarios, supone ese «outing» de las emociones que el director de «Tacones lejanos» filma como si fuera la fuerza del destino la que hace visible, a través de la palabra, un amor que podría ser eterno. Ese amor, melodrama obliga, tendrá una agenda oculta que compartirán ambos amantes, pero es muy hermoso que, después de ser enemigos, lo que quede es la promesa de los cuidados, el afecto de un edén compartido. Este crítico tiene la impresión de que en «Extraña forma de vida» hay demasiada materia narrativa para un corto, y que la película, en cierto modo, es tan estimulante que se enemista con la condensación del formato: querríamos que fuera el primer acto de un wéstern gay que se prolonga en el futuro.