Los Mossos blindan el Palau de la Generalitat tras el ataque
Este domingo se evidenció la falta de seguridad cuando un grupo de hosteleros lanzaron sangre animal en la fachada
«Rabia social». Así explicó ayer el titular de Interior, Miquel Sàmper, el ataque de un grupo de personas con pintura y sangre animal contra el Palau de la Generalitat en protesta por las restricciones impuestas a raíz de la segunda oleada del coronavirus. Un episodio que ha servido para constatar el descontento ciudadano con la gestión del Govern y el hecho que de un grupo –han sido identificadas ya cuatro personas de una taberna de L’Hospitalet, a las que se les tomará declaración– se plantara en la plaza de Sant Jaume el domingo a media mañana y lanzara globos contra la fachada sin impedimento alguno. ¿El resultado? Una reunión de urgencia con la cúpula del cuerpo en el complejo Egara de Sabadell y una medida excepcional mientras dure la pandemia: los Mossos blindarán el edificio para tratar de evitar que vuelva a ocurrir, aunque no se tomarán otras medidas disciplinarias ni se prevén destituciones.
«Se incrementará la protección policial del Palau de la Generalitat con un dispositivo activo durante las 24 horas del día, siete días a la semana hasta que no se estabilice la crisis sanitaria», confirmó ayer en rueda de prensa el propio titular de Interior, Miquel Sàmper (JxCat). En concreto, una furgoneta de la divisón Arro –especializada en seguridad ciudadana– se situará a partir de ahora en las inmediaciones de la plaza de Sant Jaume para proteger la sede del Govern. Asimismo, también se reforzará la presencia policial en aquellos departamentos de la Generalitat que tienen una «mayor presencia» en la gestión de la crisis del coronavirus. Además, se incrementará la vigilancia en los actos públicos en que participen representantes de la Generalitat, para garantizar el «normal desarrollo de sus funciones», según el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent.
El conseller Sàmper detalló que cuando el reducido grupo de personas arrojó el domingo pintura y sangre en el Palau de la Generalitat, en el interior del edificio había un mosso más de los que fijan los estándares de custodia en fin de semana para un pe
Crece el descontento ante las restricciones: casi a diario, un colectivo u otro se manifiesta por la gestión
riodo normal. No obstante, reconoció que deben ser capaces de «leer la realidad», ya que las restricciones por el coronavirus han provocado «rabia» en la calle, por lo que este tipo de situaciones «se pueden volver a repetir».
Y es que el descontento con las restricciones –especialmente con el cierre indefinido y total de bares y restaurantes, sumado al cerrojazo del mundo cultural y deportivo– han llevado a numerosos colectivos a manifestarse prácticamente a diario en la plaza de Sant Jaume, sin altercados ni complicaciones. Ayer, por ejemplo, el mundo de la danza protestó de forma totalmente pacífica.