El tamaño importa

«¿A partir de cuántos centímetros de pene los hombres se vuelven mansos?»

LaLa concejala de Podemos del Ayuntamiento de Palma, que sentó cátedra sobre el tamaño del pene según la cual los hombres con miembro pequeño son más violentos, nos anuncia por dónde circulan las ideas del ministerio de Igualdad, el rosa y esos devaneos. Tendrán que hacer, sin embargo, un muestreo que vaya más allá de la intuición de Sonia Vivas, que no parece que se haya basado en un trabajo de campo exhaustivo, una más de esas noticias sin demostrar, sin una nota a pie de página. Más una leyenda urbana. ¿A medida que decrece el tamaño nos hacemos más violentos? ¿A partir de cuántos centímetros vamos apagando el ardor guerrero? ¿Significa , según la mitología, que los hutus y los tutsis, que se liaron a machetazos, en realidad eran tribus de varones micropénicos cuando la propaganda colonialista nos hacía creer lo contrario? ¿Ha encontrado el tan buscado pene de Hitler? ¿Ha preguntado a las damas del partido sobre el particular? ¿Tenemos que mirar a la cara o la bragueta a Pablo Iglesias cuando se incendia en el hemiciclo? Esta señorita me ha dejado con tantas dudas y solo puedo despejar la propia. Abandonarme en la «toilette» con un medidor homologado. Pero incluso así, ¿en qué estado hay que verificar el tamaño para concretar la violencia? ¿Antes de? ¿Después de? Chico, qué mal momento. Las mujeres de Podemos, en vez de tejer tanta angustia sobre los varones, bien podrían pedir alargamientos a costa de la Seguridad Social para impedir que este mal de la naturaleza se imponga sobre las hembras. Jugar a ver quién micciona más lejos es ya un anticipo de lo que seremos de mayores. La psicología maltratadora se apodera de nosotros. Nos creíamos superhombres de Nietzsche y solo somos un escaparate delicitivo de paquetes. Cuidado en los patios de los colegios. Y en los vestuarios. Delaten a los que no den la talla mínima de un condón. Errol Flynn, que según relata el cotilleo de Hollywood, tocaba el piano con el pene, era un lindo gatito y Johnny Depp, cómo se ha visto en un reciente juicio del que no ha salido bien parado por salvaje, no esconde nada porque nada tiene, solo un intento de floración encapsulada. Un pirata sin pata de palo.