El 14-F: en pabellones y con la incógnita del voto por correo
El Govern priorizará el uso de grandes espacios en vez de centros escolares. Se harán test de antígenos a los miembros de las mesas
La Generalitat empieza a perfilar cómo serán las elecciones del coronavirus, las más difíciles de organizar a nivel logístico de los últimos años, con un Govern en funciones y fecha prevista para el 14 de febrero. La pandemia y la evolución de la crisis sanitaria marcarán el devenir de los comicios en detrimento del «procés», protagonista absoluto hasta principios de este convulso 2020. A tres meses vista y en pleno pico de la segunda oleada, el plan de la Generalitat Generalitat pasa por priorizar pabellones y espacios de grandes dimensiones en lugar de los tradicionales colegios para acudir a votar en pleno invierno.
Así lo ha aprobado el plan territorial de protección civil de Cataluña (Procicat) a propuesta del Departamento de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia que lidera Bernat Soler. Aunque aún no está listo el grueso del protocolo para las próximas elecciones catalanas, sí que se ha dado luz verde a la parte que aborda cómo tendrán que ser los colegios electorales. Y aquí es donde se ha ordenado elaborar una lista de equipamientos municipales y centros lo más amplios posibles para garantizar las medidas de seguridad y distancia que marcan las autoridades sanitarias en plena pandemia del coronavirus.
El documento establece que deberán ser espacios grandes como pabellones, que permitan una baja densidad –2,5 metros cuadrados por persona, como mínimo– y que dispongan de ventilación constante. Solo se avalará el uso de escuelas cuando no haya alternativa, y siempre que se garantice que se desinfectarán a fondo las instalaciones antes de que se retome la actividad lectiva.
Sea cual sea el espacio, en su interior se tendrá que garantizar la distancia de seguridad, que, por ejemplo, será de dos metros entre las diferentes mesas electorales y 1,5 metros entre los electores, así como entre las mesas y la gente.
Para evitar aglomeraciones en los interiores, los electores deberán esperar su turno en el exterior de los puntos de votación siempre que sea posible. Además, los votantes se dividirán en dos colas – una para colectivos vulnerables, principalmente personas mayores, y otra para el resto de población– y deberán entrar de uno a uno en el colegio electoral. Para acceder a los puntos de votación habrá que llevar mascarilla y también se facilitará a los ciudadanos otros elementos de protección como gel hidroalcohólico.
Otra de las novedades es que todos los miembros de las mesas, personas de seguridad y voluntarios tendrán que someterse a test de antígenos para comprobar su salud. En este sentido, la Generalitat tiene previsto solicitar a la Junta Electoral Central poder nombrar a más reservas ante posibles bajas de última hora que puedan surgir.
Sin embargo, la gran incógnita que queda por resolver es qué ocurrirá con aquellas personas contagiadas o confinadas por precaución. Para facilitar el derecho a voto, el Gobierno catalán prevé fomentar el voto por correo para favorecer que las personas en cuarentena o positivas por coronavirus puedan hacerlo con garantías y sin poner en riesgo su propia salud o la de los demás. De momento, se está trabajando para que el voto por correo se pueda solicitar y emitir sin salir de casa, aunque aún está por ver cómo se concreta.