Alarma en la Euroliga
El Milán agudiza los problemas de calendario con ocho positivos
Hasta la séptima jornada de la Euroliga, la pasada, la máxima competición del baloncesto europeo no había celebrado una jornada al completo por la pandemia. Un vistazo a la clasificación del torneo es reveladora de los problemas con el calendario y la COVID-19. La mitad de los equipos tienen algún partido pendiente y algunos, como el caso del Zenit ruso, sólo han podido jugar tres encuentros. De ahí que el entrenador del Armani Milán y uno de los más respetados a nivel continental, Ettore Messina, lanzara una propuesta: «La única opción viable para el baloncesto europeo es suspender las competiciones internacionales y permitir que las ligas nacionales terminen sus temporadas en los próximos cuatro meses, ya que viajar dentro de sus propios países es más sencillo que ir cruzando fronteras».
Y esa reflexión llegó antes de que su equipo suspendiera sus actividades al detectar «numerosos casos» de contagio por coronavirus en su plantilla tras los test realizados el domingo. En total han sido ocho jugadores. Dos tercios de la plantilla han dado positivo con lo que «la actividad del equipo ha sido suspendida de forma inmediata. Los positivos, todos totalmente asintomáticos y están siguiendo en el confinamiento las medidas previstas por el protocolo sanitario», según se asegura en el club.
El equipo en el que milita Sergio Rodríguez es líder invicto de la Liga italiana y en la última jornada de la Euroliga se enfrentó al Valencia Basket. Los análisis del equipo español no han revelado ningún contagio entre sus jugadores. Lo que está totalmente descartado es que el Milán vaya a disputar el partido de esta semana ante el Khimki en Moscú.
Los positivos no han torcido los planes de negocio de la Euroliga. La competición cuenta con once clubes con plaza fija (entre ellos Real Madrid, Barcelona y Baskonia) y pretende aumentar el número de propietarios hasta trece con la inclusión del Asvel Villerbaune y al Bayern de Múnich. El objetivo es abrir mercados en zonas hasta ahora poco explotadas como Alemania y Francia. Y eso conlleva poco menos que cerrar el torneo. Más de dos tercios de los equipos que competirán la próxima temporada contarán con licencia A.