La mitad de los sanitarios en la trinchera de la covid, en riesgo de trastorno mental
Uno de cada tres profesionales tiene depresión y un 3,5% ha tenido pensamientos suicidas tras asistir la primera ola de la pandemia
«Frustración, rabia, cansancio, miedo». Son las palabras con las que la enfermera Elvira García, que asiste a los vecinos de Barcelona desde el Centro de Atención Primaria Maragall, retrata el sentir de los profesionales sanitarios. «En la primera ola, acabamos agotados, volcados en atender a enfermos con covid y preocupados porque no nos daba la vida para asistir al resto de patologías. Nos centramos en cuidar a la sociedad y nos olvidamos de cuidarnos a nosotros», resume. Llegó a estas conclusiones tras hacer una encuesta a sus compañeros para medir cómo les estaba afectando la pandemia y a partir de la cual desarrolló un plan para ayudarles.
El doctor Antoni Trilla, jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic, describe este cansancio físico y emocional que sufren como «si estuviéramos en un partido de fútbol en el que en marzo corríamos todos detrás de la pelota y ahora, casi sin fuerzas, nos toca jugar la prórroga». Ahora, dos estudios liderados por investigadores del Institut Hospital del Mar d’ Investigacions Mèdiques (IMIM) y médicos del Hospital del Mar, publicados en la «Revista de Psiquiatría y Salud Mental» y en «Depression & Anxiety» corroboran las conclusiones de la enfermera y el doctor.
Casi la mitad de los profesionales sanitarios españoles corre un alto riesgo de sufrir un trastorno mental después de la primera ola de la pandemia, esto quiere decir que necesita una evaluación profesional para confirmar o descartar un problema. Uno de cada cuatro tiene depresión. Y un 3,5% ha tenido una idea suicida, es decir, ha tenido deseos de muerte o pensamientos persistentes de querer matarse. Estas conclusiones salen de estos dos trabajos basados en encuestas anónimas a 9.138 sanitarios de 18 centros hospitalarios de Andalucía, País Vasco, Castilla y León, Cataluña, Madrid y la Comunitat Valenciana.
Depresión y ansiedad
Tras la primera ola, el 45,7% de los sanitarios presentan un riesgo alto de desarrollar algún tipo de trastorno mental. Y uno de cada siete, el 14,5%, presentan un trastorno mental discapacitante, con repercusiones negativas claras en su vida profesional y social. Por patologías, el 28,1% presentan depresión, el 22,5% trastorno por ansiedad, casi 1 de cada 4, pánico, el 22,2% estrés postraumático y un poco más del 6%, abuso de substancias. «Los resultados del estudio no nos sorprenden, pero nos preocupan. Son muy consistentes con nuestra experiencia clínica. Atendimos a muchos sanitarios con estrés agudo, agotamiento y ansiedad. Especialmente, aquellos que ya habían experimentado anteriormente problemas de salud mental. Como en otras instituciones, en nuestro centro pusimos en marcha un programa de apoyo emocional, el programa One2One, que facilitaba un acercamiento multicanal a los profesionales», explica el doctor Víctor Pérez, último firmante del trabajo, director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar, coordinador del Grupo de Investigación en Salud Mental del IMIM-Hospital del Mar e investigador del CIBER de Salud Mental.
El doctor Jordi Alonso, autor principal del estudio y director del Programa de Epidemiología del IMIM-Hospital del Mar, advierte de que «los datos de la primera ola de la pandemia, indican una prevalencia de problemas de salud mentales discapacitantes en los sanitarios españoles mucho más alta que la esperada. Habrá que monitorizar el riesgo que estos problemas persistan y a la vez, tener en cuenta los factores identificados en nuestro estudio para tratar de minimizarlo».
El drama de la soledad
El 80% de los encuestados estuvo involucrado directamente en el cuidado de pacientes COVID-19, a pesar de que solo el 43% estuvo en contacto durante casi todo el tiempo. El 17,4% contrajo la enfermedad y 112 necesitaron ingreso hospitalario. En el 13,4% de los casos algún miembro de la familia directa resultó infectado y en 1 de cada 4, el profesional tuvo que confinarse o quedar en cuarentena. 4 de cada 10 reportaron haber sufrido algún tipo de desorden mental antes.
Las auxiliares de enfermería son el colectivo que sufre un mayor impacto. Sobre todo, en el caso de mujeres jóvenes, solteras y que han nacido en el extranjero. Dos de cada tres auxiliares sufren riesgo alto por trastornos mentales, mientras que en el caso de las enfermeras, la mitad corre riesgo de desarrollar un trastorno. Hay más prevalencia entre los profesionales que han estado más cerca de los pacientes y entre aquellos que han sufrido la enfermedad o que han tenido familiares infectados.
Los investigadores recomiendan una monitorización a los profesionales sanitarios con trastornos mentales previos porque haber presentado un trastorno antes de la pandemia dobla el riesgo de volverlo a sufrir a consecuencia de la COVID-19. Lo que más preocupa es que los sanitarios son un colectivo a los que les cuesta pedir ayuda. Uno de los dramas de esta pandemia ha sido la muerte en soledad. Ha sido muy duro no recibir a las familias en el proceso final de la vida y soportar un estrés sostenido.