EN INVIERNO
Silicio para frenar el envejecemiento
Es un oligoelemento indispensable para el ser humano e, incluso con una carencia leve, se pueden originar estrías en la piel o fragilidad en uñas y pelo y acelerar el envejecimiento. Se encuentra en los cereales integrales (arroz, trigo, avena); en verduras como judías verdes, pepinos, apios, rábanos y zanahorias; o en frutas como el plátano, la piña, la uva o el mango. La cerveza es una bebida rica en silicio. El suplemento de silicio orgánico líquido carece de efectos secundarios y es muy beneficioso: fortalece el cabello, dientes y uñas; refuerza el sistema inmune; recupera la elasticidad de la piel; disminuye los niveles de colesterol y retrasa los procesos de arterioescleroris y envejecimiento. Además, es antiinflamatorio y analgésico. Respirar… ¿por la boca o por la nariz?
Respirar es un reflejo natural, pero el ser humano puede respirar por la nariz o por la boca. Puede elegir, si bien los maestros de Yoga afirman que inspirar y exhalar por la nariz favorece la salud de nuestros pulmones. Cuando la nariz está taponada, hablamos rápido o hacemos un gran esfuerzo no tenemos más remedio que usar el conducto bucal, pero lo ideal es volver cuanto antes a inspirar y exhalar por la nariz. Cuchara, limón y algas en los menús de invierno
Los platos «de cuchara» no pueden faltar en invierno, acompañados de jengibre, que activa la circulación y calienta el cuerpo. La cebolla se recomienda para eliminar mucosidades; el limón, por ser antiséptico y antiinflamatorio; las algas, añadidas a los caldos, para nutrir los riñones; y las setas shiitake, acompañando sopas, estofados o legumbres, fortalecen el sistema inmune. El tomillo se puede usar como aliño o en infusión. Tampoco deben faltar los suplementos de vitaminas C y D.