Ayuso blinda Madrid ante la inacción del Gobierno
Las nuevas cepas dominarán en marzo: el coronavirus de las mutaciones infinitas
La Comunidad de Madrid adoptó ayer una serie de medidas para responder a los índices de incidencia acumulada que ya alcanzan los 804 casos por 100.000 habitantes frente a la ausencia de planes de Sanidad. Adelanta el toque de queda a las 22.00 horas y a las 21.00 el cierre de la hostelería y limita las reuniones a un máximo de cuatro personas.
«La situación está cambiando y las reglas del juego deben cambiar». El diagnóstico de la Comunidad de Madrid parece claro. La tercera ola ha superado ya la incidencia de la segunda y es necesario actuar con mayor contundencia para conseguir una reducción de los contagios. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, confirma la «tendencia ascendente». Que se traduce en un 15% más de casos que la semana pasada. Los profesionales sanitarios, que reciben en primera línea el impacto de esta ola, no hablan de curva ascendente sino de muro vertical para explicar gráficamente la multiplicación exponencial de los casos.
Y en este escenario, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha optado por endurecer las medidas restrictivas a partir del próximo lunes. Adelanta el toque de queda a las 22 horas y el cierre comercial y de la hostelería a las 21 horas. Reduce el número máximo de personas que se pueden reunir: pasan de seis a cuatro. Prohíbe las reuniones de los no convivientes en domicilios y el aforo de los centros comerciales queda limitado al 50%. El aforo será de un 75% en teatros, cines y otras instalaciones culturales, de un 40% en las salas multiusos polivalentes –como el Wizink Center–, las terrazas al aire libre podrán permanecer al 75%, y los centros de formación no reglada, también al 75%.
Lanza también dos peticiones a los madrileños. La primera, a todas las empresas, a las que exhorta a que generalicen el teletrabajo de manera que todas aquellas empresas que puedan mantengan a todos los trabajadores en sus domicilios, sin reuniones presenciales. «No estamos en Madrid para no hacer las actividades que no sean las imprescindibles», señaló el viceconsejero sanitario del Gobierno regional, Antonio Zapatero, respecto a estas recomendaciones a las empresas. La segunda petición tiene por destinatarias a las personas mayores: que sólo salgan de casa para aquellas actividades que sean estrictamente imprescindibles. Ello no implica que afronten un confinamiento domiciliario absoluto, ya que para muchas de estas personas es saludable salir a pasear un rato cada día. Para esos casos, la Comunidad de Madrid pide que extremen las medidas sanitarias y eviten los contactos innecesarios.
El adelanto del toque de queda supone una modulación sobre el discurso que venía manteniendo el Gobierno de Ayuso a la hora de mantenerlo a las 23 horas, de forma paralela con la fijación del cierre de la hostelería, de bares y restaurantes, a la 22 horas. Ahora, la multiplicación de los contagios hace que ambos límites se adelanten un hora: toque de queda a las 22 horas y cierre de hostelería a las 21 horas. Una decisión que ya ayer suscitó las críticas de este sector.
Así las cosas, pasadas las nueve de la noche, sólo podrán estar abiertos desde el lunes en Madrid los locales y recintos considerados esenciales: farmacias, establecimientos médicos, veterinarios, gasolineras y aquellos que presten servicios imprescindibles e inaplazables.
Otro de los cambios sustanciales afecta a las reuniones. Hasta ahora, existía la posibilidad de que estuvieran protagonizadas por hasta seis personas. Ahora, ese límite se reduce a cuatro, tanto en interiores de bares, restaurantes y demás espacios, como
Los datos que maneja el Ejecutivo madrileño contemplan que el 9% de los casos tienen su origen en la cepa británica
en las terrazas al aire libre o cubiertas. Las reuniones en domicilios se suprimen directamente. Sólo podrán coincidir no convivientes en una casa cuando medien razones de fuerza mayor, como, por ejemplo, el cuidado de mayores, dependientes, menores de edad o personas vulnerables.
Fuera de lo estrictamente re
gulado en la orden que hoy publicará el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, el Gobierno de Ayuso lanzó ayer dos peticiones al Ejecutivo de Sánchez: que revise las recomendaciones sobre los tipos de mascarilla ante las nuevas variantes del virus y que refuerce los controles en los trenes y autobuses cuyo origen es fuera de España, también en el aeropuerto de la capital.
El 9% de casos
Ambas quejas, la vinculada con las mascarillas y la de Barajas tienen un punto de unión, que, a su vez, ayuda a explicar parte del incremento de casos en la región: la entrada de la cepa británica. De hecho, según los datos que tiene actualmente sobre la mesa la Consejería de Sanidad, el grado de transmisibilidad de esta cepa cada vez es mayor como lo demuestra el hecho de que ya reúna al 9% del total de casos y a la circunstancia añadida de que los contagios procedentes de esta cepa se dupliquen cada semana desde hace tres semanas.
Ruiz Escudero también concretó que actualmente la incidencia acumulada es de 875 casos en Madrid. La media nacional es de 795 y hay seis comunidades con más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes. Hay 4.472 ingresados ingresados en los hospitales madrileños, de los que 618 se encuentran en las UCI. También con los datos actualizados a este viernes, el Hospital Zendal es el que más pacientes covid tiene: más de 400 actualmente, encontrándose ya cerca de las 1.000 personas desde que empezó su actividad.
Nuevas zonas cerradas
Otra de las medidas orientadas a dar respuesta al aumento de casos es redoblar la apuesta del Gobierno de Madrid por su política de cierre perimetral de las zonas básicas de salud en las que se detecte una mayor circulación del virus. Los criterios utilizados para activar estas medidas son que en estas zonas existe una incidencia acumulada de 1.000 casos por 100.000 habitantes, que haya señales de transmisión comunitaria
comunitaria y una tendencia creciente significativa. Fruto del análisis de los datos actualizados de esta semana, la Comunidad de Madrid ha decidido cerrar perimetralmente desde el lunes un total de 9 nuevas zonas básicas de salud y 6 municipios. De esta forma, desde el lunes habrá 56 zonas y 25 municipios cerrados perimetralmente. Estos núcleos de población agrupan a 1,6 millones de madrileños, que representan el 24% de la población, pero el 28% de los contagios.
Tal y como recoge la regulación aprobadas por el Gobierno madrileño respecto a estas zonas, en estos núcleos de población sólo se puede entrar y salir por motivos justificados, y los ciudadanos pueden desplazarse por la vía pública dentro de los perímetros del área afectada. Por ello, la Consejería de Sanidad reiteró ayer su petición a la Delegación de Gobierno para que despliegue presencia policial y colabore activamente en el seguimiento y control del cumplimiento de las limitaciones a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.