El TSJC defiende el 14-F si no hay más restricciones por la covid
Recuerda que los comicios vascos y gallegos se suspendieron por un confinamiento domiciliario que ahora no se da y que el Gobierno rechaza
Las elecciones siguen bajo interrogante. El Tribunal de Justicia de Cataluña (TSJC) mantiene de momento la convocatoria del 14F a la espera de resolver definitivamente los recursos presentados contra la suspensión decretada por la Generalitat como máximo el 8 de febrero. Unas medidas cautelares que ha adoptado para evitar «un periodo prolongado de provisionalidad» con el fin de «preservar la normalidad democrática» y evitar una «situación de bloqueo y de precariedad institucional» en Cataluña que afecte a la legitimidad del Govern en plena pandemia. No hay «obstáculos insalvables» para votar, resume.
Eso sí, el tribunal admite que de aquí al día de las elecciones podría haber cambios sólo si se adoptaran nuevas restricciones o modificaciones en el Estado de Alarma, «lo que podría justificar otra decisión de las autoridades competentes adoptada conforme a derecho». Es decir, pone el foco en el Gobierno y el Ministerio de Sanidad de Salvador Illa.
En la resolución hecha pública ayer, los magistrados del TSJC –todos menos uno, que discrepa y emitió un voto particular– defienden que con la situación actual mantienen por ahora el 14-F desgranando varios motivos: por «un inetrés público muy intenso» en la celebración de las elecciones suspendidas, «porque si no se celebran se abre un periodo prolongado de provisionalidad que afecta al normal funcionamiento de las instituciones democráticas»; porque «la decisión [de seguir con la previsión y los preparativos del 14-F] afecta al derecho fundamental de sufragio», y la suspensión de este derecho no está amparada por el estado de alarma vigente, que admite expresamente la celebración de elecciones; y porque «las medidas sanitarias actuales no limitan los desplazamientos para actividades no esenciales».
De hecho, el TSJC argumenta que los comicios vascos y gallegos de 2020 se suspendieron con un Estado de Alarma que «supuso un confinamiento domiciliario para las actividades no esenciales», esenciales», de manera que «el cambio del marco normativo justificó la suspensión de las elecciones por razones de fuerza mayor». Una circunstancia que ahora no se da pese a las múltiples restricciones derivadas de la pandemia.
Por todo ello, el TSJC opta por mantener por ahora el 14-F y el calendario electoral previsto de forma cautelar, aunque abre la puerta a otro posible escenario: «Esto no significa que no puedan darse cambios sustanciales de aquí al 14 de febrero, tanto en las normas reguladoras del estado de alarma como en el ámbito sanitario, derivados de la evolución negativa de la epidemia».
Cabe recordar en este sentido que el confinamiento domiciliario ha sido rechazado por el Gobierno y por el propio ministro Salvador Illa en varias ocasiones, la última esta misma semana junto a su negativa de adelantar el toque de queda.
Una de las partes que presentaron recurso, la formación extraparlamentaria Izquierda en Positivo, ofreció ayer al Govern retirar su petición de medidas cautelarísimas si presenta un nuevo decreto que retrase unas semanas –no a mayo– los comicios. Ante este escenario de incertidumbre que se alargará en Cataluña hasta el 8 de febrero, el independentismo asume el 14-F, clama contra el TSJC, agita la campaña para denunciar lo que llama una supuesta «Operación de Estado» con el 14-F y acusa a los socialistas de estar detrás.