La elusión

Yo no soy youtuber. Primero porque, si lo fuera, con casi cincuenta y cuatro años es pa tirarme al pilón. Lo que podrían ser mis hijos, tampoco quiero ser. El caso es que el tal Rubius ha sido noticia la criatura porque se va a vivir a Andorra. El tal Rubius tiene un canal a través del cual cuelga un vídeo de muñequetes con un jueguecito con pinta de comecocos antiguo y está ahí de charleta con unos amigos. Resultado: cuarenta millones de suscriptores y seis millones a poco que cuelgue veinte minutos de los muñequetes. Rubius tiene treinta años y pone cara de malote porque si la pones de persona formal no te comes una mierda. Bueno, pues el muchacho se va a vivir a Andorra aunque es de Mijas porque así verá reducidos sus impuestos. Y añade «mucha gente me criticará, pero hablan sin saber y no me preocupa». ¿Qué tenemos que saber? ¿Que pagamos, en proporción, el mismo hachazo que tú? ¿También nos vas a enseñar a hacer las cuentas porque crees que no nos hemos enterado, que somos menos listos que tú, que nos gusta comprobar que muchos meses de los que trabajamos son para las arcas del Estado? ¿Cuánto ganas, Rubius? Sin desmerecer su talento y tu creatividad, ¿cuánto ganas? Y, sobre todo, ¿cuánto crees que necesita tu familia? ¿Cuántas veces han ido al médico este año? ¿Cuántas carreteras han transitado? ¿Tienes abuelos? ¿Necesitan medicamentos, operaciones?

Pero sobre todo, ¿sabes que estás timando a los chicos que vienen detrás de ti? ¿Que tendrán menos oportunidades si gente como tú no tributa en España? ¿Les estás mostrando que es de listos optar por atajos, que es mejor escapar de obligaciones? Seguramente estarás creando la falsa ilusión de que hay que esquivar los impuestos, pero, ay, eso sólo se puede hacer si se es rico. Recuerda esto antes de darnos lecciones a los que nos vamos a quedar aquí aportando para que tu familia, tus amigos, y tus seguidores españoles, puedan seguir, tengan ingresos o no, vivir un poquito.