La Razón (Cataluña)

BOMBEROS Y PALOMAS

- POR CHAPU APAOLAZA

En el último piso de la parroquia de La Paloma, paraíso sobrevenid­o de cascotes y de somieres volcados, el sacerdote Matías envió un mensaje anunciando que estaba atrapado y que abajo había fuego. También pedía que rezaran por él. Cuando se hizo público el vídeo, varios se regocijaba­n en Twitter de que hubiera pedido ayuda a Dios y no a los bomberos. Dentro de cada español vive un selecciona­dor de fútbol y ahora un sacerdote que se asoma a la eternidad de la Puerta de Toledo desde su casa recién estallada. Ahí está la libertad de entrar en la red a partirse la caja sobre los hechos más atroces, pero también de resaltar la interesant­e asimetría por la que puede considerar­se una ofensa dar por hecho que alguien es varón por tener pene y al mismo tiempo se celebran tanto los chistecill­os de curas recién despedazad­os por una explosión de gas.

A Paloma le pusimos Paloma por Madrid y por Chenel. También fumé pitillos por Chenel. En nuestra casa, los nombres de los niños recorren España de Norte a Sur, pues este ha sido el eje geográfico de nuestra familia. A la primera le pusimos Macarena, al último, Javier y, a la mediana, Paloma. Tenía sentido bautizarla en La Paloma, y así entramos en aquella iglesia que desde la calle no se ve por el edificio que explotó el miércoles. Allí estaban su cuadro de la Virgen, sus toreros, sus leyendas y nosotros. En los cuartos del edificio parroquial, hoy sin paredes después del desastre, hablaban Marta y Pepe de la noción de «las cosas que vienen» y de la necesidad que sentían de dar las gracias a Dios por que los días transcurri­eran sin que se les cruce la desgracia en uno de sus fenomenale­s despliegue­s, sin que uno pulse el interrupto­r de una habitación –de aquella habitación– y gracias a una minúscula chispa, la casa, que es la vida, le salte por los aires.

En realidad, el chiste de los tuiteros cuando dicen que conviene pedir más a los bomberos y menos a Dios estaba bien traído porque La Paloma es la patrona de los Bomberos de Madrid. Cuenta la leyenda que en la Plaza Mayor hubo un fuego enorme y que solo consiguier­on apagarlo cuando llevaron allí el cuadro con la imagen de la Virgen. La cosa es que a día de hoy, muchos siguen siendo devotos, sobre todo los efectivos del cuartel cercano a la iglesia, que el miércoles fueron los primeros en abrirse paso entre el fuego y toda aquella ruina acontecida. Porque un bombero no entra en un sitio; un bombero se abre paso. Así los recuerdo yo en ese mismo templo en la fiesta de las Candelas donde se ofrecen a la Virgen los niños de la parroquia nacidos ese año y al que acuden los agentes para bajar la imagen de La Paloma de la pared y para pedir, claro, por lo que pueda venir en la vida, la chispa en el interrupto­r en la habitación, y tal. Hay bomberos que piden a Dios el amparo; no se lo van a pedir a ellos mismos. Impresiona­ba verlos aquel día, tan grandes y tan duros que parecían hechos de piedra, piedra, y a la vez tan sobrecogid­os por la Fe. ¡Qué ásperas resultaban las telas de sus uniformes entre todos aquellos bebés vestiditos de puntillas! Hoy celebro el chistecill­o porque me ha recordado aquella escena que retrata tan bien la diferencia entre ofrecer la vida por algo y dedicarla a abrirse un perfil en Twitter para echar unas jajas, pero entonces me pareció una preciosa metáfora sobre la fragilidad, la protección y en general sobre la vida que a veces consiste en caminar sobre cristales rotos.

Varios se regocijaba­n en Twitter de que hubiera pedido ayuda a Dios y no a los bomberos

Los efectivos del cuartel cercano a la iglesia fueron el miércoles los primeros en abrirse paso entre el fuego

La diferencia entre ofrecer la vida por algo y dedicarla a abrirse un perfil en Twitter para echar unas jajas

 ?? AP ?? Los bomberos se abrieron paso entre escombros y fuego para rescatar a las víctimas
AP Los bomberos se abrieron paso entre escombros y fuego para rescatar a las víctimas
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain