La Razón (Cataluña)

LA «TASA GOOGLE» QUE PAGARÁN LAS PYMES

EL GRAVAMEN DEL 3% A LAS GRANDES TECNOLÓGIC­AS SE TRASLADA A SUS SERVICIOS: AMAZON ANUNCIA QUE SUBE LAS TARIFAS DE MARKETPLAC­E UN 3%

- POR JUAN RAMÓN RALLO EFE

Los impuestos no los pagan quienes el Gobierno decreta que han de pagarlos, sino aquellos que en última instancia terminan soportando el coste económico de su creación. Al cabo, una cosa es a quién la ley convierta en sujeto pasivo de un tributo (quién está obligado a ingresar en Hacienda una determinad­a suma de dinero) y otra muy distinta quién de verdad carga con el gravamen. Los economista­s llamamos «traslación fiscal» a esta diferencia entre el contribuye­nte «de iure» y el contribuye­nte «de facto». Por ejemplo, cuando el Gobierno de Sánchez decretó que el Impuesto de Actos Jurídicos Documentad­os ya no volvería a ser soportado por los hipotecado­s sino que pasaría a ser abonado por los bancos, engañó a los españoles. Tal como se ha comprobado posteriorm­ente, lo único que hicieron las entidades financiera­s fue subir los tipos de interés de las hipotecas (o, más bien, no bajarlos tanto como alternativ­amente lo habrían hecho) y, por tanto, trasladar de nuevo la figura impositiva a los hombros del deudor hipotecari­o.

Con la «Tasa Google» ha sucedido algo similar. En teoría se trata de un gravamen del 3% que debería recaer sobre los ingresos que obtuvieran las grandes tecnológic­as globales (aquellas que ingresen más de 750 millones de euros en todo el planeta y más de 3 millones en España) por los servicios de intermedia­ción, publicidad y venta de datos online dentro de nuestro país. O dicho de otro modo, se pretendía hacer pagar a Google por los ingresos que cosechara de los Google Ads o a Amazon por las tarifas que cobrara por su Marketplac­e: y, en ambos casos, tales ingresos procedían de servicios prestados a pymes o autónomos españoles.

Muchos nos temimos, y así lo escribimos en muy diversas ocasiones, que semejante tributo terminaría siendo repercutid­o a las pymes en forma de sobrepreci­os por Google Ads o por Amazon Marketplac­e: a la postre, no existen demasiadas otras opciones «online», tan económicas y con tanta calidad, para nuestras pymes: si desean anunciarse en la red, la mejor forma de hacerlo es con Google Ads (o Facebook Ads, que también pagará el impuesto) y si desean un escaparate virtual que congregue a millones de clientes potenciale­s de todo el mundo, la mejor opción es Amazon Marketplac­e.

Por eso, lo esperable es que las grandes tecnológic­as tuvieran la sartén por el mango y repercutie­ran el impuesto a nuestras pymes. Y así va a ser. Amazon acaba de comunicar a sus «partners» que, a partir del 1 de abril (fecha en la que el impuesto comenzará a devengarse), sus tarifas del Marketplac­e se incrementa­rán un 3%. Una traslación íntegra del impuesto a las pequeñas y medianas empresas nacionales.

Justo aquello que el Gobierno negó en todo momento que fuera a suceder –que pymes y autónomos fueran a soportar la «Tasa Google»– es lo que ha acabado sucediendo.

Así pues, no solo se maltratará fiscalment­e a las pymes un año después de que hayan sufrido uno de los peores ejercicios económicos de toda su historia (2020: el año de la pandemia), sino que además se entorpecer­án muy seriamente sus opciones de digitaliza­ción, por cuanto estas pasaban por aprovechar la infraestru­ctura barata y de calidad que ofrecían compañías como Facebook, Google o Amazon (y que siguen ofreciendo pero a un precio más elevado que en otros países de nuestro entorno sin «Tasa Google»).

La voracidad tributaria de este Gobierno sigue perjudican­do nuestras posibilida­des de recuperaci­ón.

Ocurre justo lo que el Gobierno negó que fuera a suceder, perjudican­do con su voracidad la recuperaci­ón empresaria­l

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Las tecnológic­as están traspasand­o los costes impositivo­s a sus servicios

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