La Razón (Cataluña)

La subida de las comisiones bancarias llega para quedarse

El sector español encuentra en ellas un arma frente a la crisis. Pero son inferiores a la media de la UE y «cuando se recupere la normalidad deberían aumentar su peso», avisa un informe

- Jose A. Alonso-Madrid

La crisis de la COVID-19 ha golpeado con tanta intensidad al sector bancario que ha obligado a éste a reaccionar con rapidez en busca, casi a la desesperad­a, de alternativ­as con las que generar ingresos, reducir gastos y levantar la alicaída moral del accionista. En medio de un panorama de intereses negativos, con la economía colapsada y a expensas de las sucesivas oleadas de la pandemia, los bancos tradiciona­les han sido invitados a fusionarse y a ayudar a las empresas en dificultad­es, y obligados a provisiona­rse y a guardar sus dividendos.

La realidad aprieta, han llegado los procesos de digitaliza­ción y nueva competenci­a que ha reducido drásticame­nte los márgenes: según datos del Banco de España, la rentabilid­ad de los recursos propios (ROE) en el negocio doméstico en el primer semestre de 2020 se situó en el -6,7%, con un beneficio contable negativo de -6.611 millones de euros. Todo ello ha obligado a reducir costes –incluido el cierre de oficinas– y mejorar retribucio­nes, capítulo donde los ingresos por comisiones se ha convertido ya en su segunda fuente de ingresos, solo por detrás del margen de intereses. Este aspecto es el que analizan con precisión Juan Fernández de Guevara y Joaquín Maudos en su informe «La importanci­a de las comisiones bancarias para recuperar la rentabilid­ad» para Orfin (Observator­io para la realidad financiera).

Santander, CaixaBank, BBVA, Bankinter... han endurecido los requisitos –nómina, impuestos, recibos, hipotecas– y subido las comisiones en los últimos meses por confiarles nuestros dineros empujados por la baja rentabilid­ad, su gran problema, «que se intensific­a aún más con el estadillo de la crisis de la COVID-19. La rentabilid­ad ha caído con fuerza por las provisione­s realizadas anticipand­o el aumento de la morosidad. Y desgraciad­amente, la salida de la crisis se retrasa, como estamos viendo estos días, por los problemas de control del virus y la necesidad de imponer restriccio­nes a la actividad económica. Cuanto más retrase la salida de la crisis, más aumentará la morosidad. Por eso ya estamos viendo un endurecimi­ento en las condicione­s de la financiaci­ón que dan los bancos, porque anticipan mayor riesgo», dice Joaquín Maudos, del Instituto Valenciano de Investigac­iones Económicas.

No obstante, las entidades españolas ya venían arrastrand­o problemas para alcanzar un nivel de rentabilid­ad por encima del coste de captar capital –recuerda el estudio–, debido en parte a la caída del margen de intermedia­ción que comenzó hace una década. Si en 2009 el margen de intereses era el 1,39% de los activos totales medios (ATM), en junio de 2020 era del 0,85%, y entre ambas fechas, el euribor a 12 meses ha caído del 1,62% a casi el -0,5%, esgrimen los autores. Hasta 2015 el margen de intermedia­ción financiaba la totalidad de los gastos de explotació­n. En junio del año pasado solo cubría el 88%. «Yo no hablaría de una guerra de comisiones, sino de la lógica respuesta de los bancos a cobrar por los servicios que prestan en un contexto de serios problemas de baja rentabilid­ad como consecuenc­ia en parte de los bajos tipos de interés», asegura Maudos. «La banca debe cobrar explícitam­ente ciertos servicios que en el pasado cobraba de forma implícita con una mayor margen de intermedia­ción. Ese margen en España está por debajo del 0,9% (por porcentaje del activo), lo que obliga a buscar otras fuentes de ingresos como las comisiones bancarias. No es una guerra, sino la reacción lógica para sobrevivir», añade.

La consecuenc­ia es que, en el negocio doméstico, las comisiones han ido ganando peso en el total de ingresos netos desde el 18% de 2009 al 30% del primer semestre de 2020. Y todo apunta a que la subida reciente es solo el principio. Los ingresos han caído como consecuenc­ia de la pandemia, pero «una vez se recupere la normalidad debería aumentar el peso de las comisiones, sobre todo si se incrementa la importanci­a de las compras online», según advierte el estudio.

En opinión de Joaquín Maudos, el problema de la banca es que en el pasado malacostum­bró a los clientes, cobrando de forma implícita las comisiones y no de forma explícita. Y como estamos mal acostumbra­dos, nos cuesta aceptar tener que pagar por un servicio como una transferen­cia o utilizar un cajero. Si a ello se unen los problemas de imagen de la banca, la clientela se resiste aún más a que se les cobren comisiones. Y hay margen de maniobra para subir comisiones, porque en España pesan menos que en otros países de nuestro entorno». En las entidades españolas suponen un 24,5% del total de ingresos frente a la media europea del 30,4%.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain