La Razón (Cataluña)

«CON NUESTRA VIDA QUEREMOS ENSALZAR LA VUESTRA»

- Manuela Carmena Ex alcaldesa de Madrid Manuel Calderón

TeníaTenía Pablo Iglesias un añito y unos meses y apenas sabía hablar, tampoco leer, y vivía entre algodones en una familia próspera de profesiona­les liberales, cuando se produjo el asesinato de cinco abogados laboralist­as por miembros miembros de la extrema derecha. Estaban vinculados al PCE y a CCOO. Fueron acribillad­os fríamente, entrada la noche del 24 de enero de 1977 en su despacho de la calle Atocha. Pero la imagen que se guardará para siempre, la que sigue emocionand­o por la severidad propia de unos años en que la excavadora de la historia estaba trabajando a destajo en España, es la del día 26, cuando el cortejo fúnebre recorrió las calles del centro de Madrid. Santiago Carrillo le aseguró a Adolfo Suárez que todo transcurri­ría en orden: bastó el silencio para mandar un mensaje clarísimo. Demostró que se podía confiar en un partido que se tragaba las lágrimas y levantaba el mentón. A los que querían gimotear y balbucear venganza les cerraron la boca. A Iglesias se la hubieran cerrado también, porque entonces la gente como él no era de fíar. Pero, claro, el no sabe ni por asomo qué fueron aquellos años, ni aquel día. No se lo puede ni imaginar porque su inteligenc­ia política no es tanta como su ominiprese­ncia parece. Sus carencias las suple con mensajes grandilocu­entes, sin corazón. Ayer se subió a la Torre Tatlin y mandó un tuit que decía más de lo que realmente conoce: «Millares fueron asesinados, torturados y encarcelad­os por enfrentars­e a una dictadura terrorista y defender la justicia social». Sencillame­nte, no sabe de lo que está hablando. ¿Dictadura terrorista? Valga la redundanci­a. Diría lo mismo de la revolución bolcheviqu­e, de la revolución cubana, de las aventuras del Che, como si fuera un niño aplicado leyendo el catecismo. La joven abogada Manuela Carmena, que trabajaba en el despacho de la calle Atocha, se salvó de milagro de la muerte. Ayer dijo: «Con nuestra vida queremos ensalzar la vuestra». La vida. Esa es la diferencia. No hay odio, no hay olvido.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain