Aena, inflexible ante la rebelión de «sus» tiendas
No bajará los alquileres pese a las quejas de algunos comercios
Las tiendas de los aeropuertos han llegado al límite de su capacidad de resistencia y han explotado contra su arrendador, Aena. Algunos arrendatarios de espacios comerciales en los principales aeropuertos españoles denunciaron ayer la imposición por parte del gestor aeroportuario de lo que consideran «unas condiciones abusivas y precios excesivos», y solicitaron la mediación del Gobierno, de forma que no se pongan en riesgo los más de 12.000 empleos de las empresas afectadas.
Los comerciantes, que se han agrupado en la Asociación de Operadores Comerciales de Aeropuertos, explicaron que el 18 de enero Aena les envió una carta en la que les daba cinco días hábiles (hasta ayer) para aceptar una reducción unilateral de su alquiler del 50% o, de lo contrario, pasaría a cobrar el
100% de la renta mínima garantizada, dando lugar a causa de disolución y posible concurso de acreedores de muchos de ellos. Aena quiere reducir el alquiler a la mitad entre el 1 de enero y el 8 de septiembre. Después, Después, volvería al 100%, debiendo los arrendatarios renunciar a acciones judiciales incluso si la pandemia sigue produciendo efectos con posterioridad a la fecha indicada. El gestor ampara su propuesta en el marco del real decreto ley que permite una rebaja del 50% de los alquileres a pymes y autónomos por parte de grandes arrendadores. Fuentes de Aena aseguraron ayer que más de una veintena de operadores ya han aceptado sus condiciones y que al resto se les ha dado hasta el 8 de febrero para que «recaben sus aprobaciones internas. En ningún caso para negociar las condiciones», advirtieron.
Las tiendas «rebeldes», que según Aena representan el 10% de las ventas y que cuentan con el asesoramiento del despacho Fieldfisher JAUSAS, habían solicitado ayer mismo a Aena que amplíe el plazo para negociar las condiciones dos meses más. Pidieron, además, que no se emita la factura de renta mínima garantizada, que pondría en una situación de concurso a muchas compañías.
Los comercios que no aceptan la oferta de Aena consideran que es «inasumible» ya que, argumentan, están pagando unos alquileres «mucho más altos que los de los centros comerciales» y, además, han sufrido un desplome de las ventas de hasta el 90%. El alquiler de Aena consta de una renta variable (que puede alcanzar el 30% sobre las ventas en comercio minorista y hasta el 40% sobre las ventas en restauración), con un mínimo anual llamado Renta Mínima Garantizada Anual o «RMGA». Este mínimo parte de la previsión de ventas en una situación ordinaria y le aplica el 80%, lo que garantiza al gestor un alquiler mínimo ante errores de estimación de ventas.