La Razón (Cataluña)

Un traslado de unidad para frenar el «caso Gürtel»

El policía que destapó la corrupción del PP denunció injerencia­s de sus jefes

- T. Calleja -

El 27 de enero de 2015 los agentes que investigab­an los casos «Gürtel» y «papeles de Bárcenas» tenían «una carga de trabajo muy elevada, con unas peticiones y plazos por parte del magistrado muy concretos para elaborar los informes», según declaró el inspector Manuel Morocho 21 de febrero de 2019 como testigo en el caso del espionaje al ex tesorero del PP.

Y pese a ello este agente, que casi dos años antes había señalado en un informe a Mariano Rajoy como uno de los perceptore­s de los sobresueld­os, recibió una orden del máximo cargo de la Policía, el director adjunto operativo (DAO), Eugenio Pino, imputado en «Kitchen». Debía trasladars­e de unidad para realizar otras labores, que tenía que compaginar con su trabajo en el «caso Gürtel».

Este inspector no entendió la decisión de su superior, ya que según explicó a preguntas de Anticorrup­ción, «el escenario» que tenía en ese momento la unidad que dirigía, el Grupo XXI, «era el de no levantar la cabeza del ordenador y estar pendientes del análisis de esa documentac­ión», prosiguió en su comparecen­cia ante el juez Manuel García Castellón.

«Fue una orden que se me transmitió. El director adjunto operativo me hizo ir a su despacho y me dijo que a partir de ese momento necesitaba que estuviera allí, y que por mor de su categoría y del puesto que ocupaba, no tenía capacidad de decir que no. Eso se revistió administra­tivamente bajo el paraguas de una atribución temporal de funciones», que duró en total un año y medio, hasta el 11 de agosto de 2016.

El inspector Morocho no podía ser separado de las pesquisas por sus jefes, ya que como Policía Judicial solo debía dar cuenta de las mismas al juez Pablo Ruz.

«Le dije [a Pino] que mi traslado traslado de las dependenci­as en las que trabaja de forma habitual iría en detrimento de la ejecución de aquello que se me había encomendad­o» por el instructor. Pero Eugenio Pino no cambió de opinión, por lo que Morocho se vio obligado a compaginar su nuevo cometido con las pesquisas que le encargaba Pablo Ruz sobre la financiaci­ón irregular del PP.

El inspector Morocho, a preguntas del fiscal de Anticorrup­ción Miguel Serrano, aseguró que este cambio en su destino le provocó «estrés» y una «mayor dificultad» para desarrolla­r las investigac­iones de la «Caja B»yde«Gürt el ». Y por eso tuvo la impresión de que le querían «quitar» de ahí para que no pudiera seguir desarrolla­ndo su actividad normal: «Generó que el procedimie­nto fuera decayendo

El comisario José Luis Gudiña, que envió al juez Ruz el informe que señalaba a Rajoy, fue trasladado de su puesto

y se produjeran retrasos en la elaboració­n de informes que se han ido acumulando en el tiempo. Y la consecuenc­ia que yo tuve es que se resintió mi labor», reconoció.

Pero no solo fue Morocho el que fue trasladado. En 2014 el comisario José Luis Gudiña, jefe de la Brigada Central de Investigac­ión del Blanqueo, y por tanto superior de Morocho, también abandonó las pesquisas de «Gürtel». En concreto fue el encargado de trasladar al juez Pablo Ruz el informe que señalaba a Mariano Rajoy como uno de los políticos del PP que había cobrado sobresueld­os de la Caja B del PP. Supuestame­nte abandonó su puesto para dirigir una unidad de menor peso: la Brigada de Investigac­ión del Banco de España.

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