Si ya te lo decía yo
NiNi el mejor lifting ni la dieta del ayuno intermitente, tan de moda ahora, estiliza más que un 1-0. El resultado a favor te hace más alto y más guapo de lo que
eres, mientras que si te toca perder, te conviertes automáticamente en un paquete. El pasado y el futuro no existen, borrados por el presente que marca el último resultado. Bien lo sabe Zidane, que por primera vez en cinco años no aguantó más y se enfadó, harto de que todo lo que ha hecho con el Real Madrid quede enterrado cada vez que pierde o empata, lo que viene siendo el fin del mundo en clave madridista. Cuando todo va bien,
Zizou es un técnico de leyenda, y si los suyos se despistan con el Cádiz y el Shakhtar, pasa a ser un manta con suerte que no le ganó a La Roda. Pero esto les pasa a todos. En-Nesyri, actualmente
el delantero más en forma de la Liga, hace un par de meses era un sospechoso fichaje procedente del Leganés cada vez que el Sevilla no ganaba y él no marcaba. Ahora que ronda el Pichichi, hay que rechazar todas las ofertas por él y que tenga cuidado Neuer si se vuelve a cruzar con el marroquí. Lo mismo sucede con Rudy Fernández, un crack que cambió la historia del Real Madrid de baloncesto cuando el equipo gana, y un veterano que ya no puede con su alma si resulta que a los de Laso les da por parecer humanos y perder algún partido. A los periodistas, un gol en el noventa nos hace cambiar toda la crónica, cuando en realidad la única diferencia es el resultado. Y entonces el delantero que había jugado fatal pasa a tener un 8 en las puntuaciones. Y alguien te recuerda que dijiste que no valía para este equipo. No, lo que dije es que había que tener paciencia...
Nada, ni la dieta del ayuno intermitente, estiliza más que un buen resultado