La Razón (Cataluña)

Guerra fría entre la UE y Rusia

El Kremlin amenaza con romper relaciones con Europa si se aprueban sanciones por el «caso Navalni». La tensión entre Moscú y Bruselas regresa a los niveles de 2014 tras la anexión ilegal de la península de Crimea

- POR MIRENTXU ARROQUI

Una semana después de la polémica visita de Borrell, Lavrov asegura que «si quieres la paz prepárate para la guerra»

Merkel y Macron abogan por una política de apaciguami­ento pero no se descartan sanciones contra Moscú en marzo

«A veces pienso si no sería mejor que el oso se quedara tranquilo, comiendo bayas y miel. ¿Tal vez lo dejarían en paz? No, siempre tratarán de ponerle una cadena y cuando lo encadenen, le arrancarán los dientes y las garras», aseguró el mandatario ruso Vladimir Putin en 2014, en referencia a las sanciones impuestas por la comunidad internacio­nal como respuesta a la anexión ilegal de la península de Crimea en 2014. Rusia es el oso que nunca descansa y Putin el único que puede domarlo. Tras el intento de asesinato y posterior encarcelam­iento del disidente ruso Alexei Navalni y la amenaza de más sanciones por parte de la UE, las relaciones entre los Veintisiet­e y el oso ruso se encuentran en su punto de mayor tensión desde 2014. Se espera que el máximo representa­nte de la diplomacia comunitari­a, Josep Borrell, presente una batería de nuevas medidas en el Consejo de Asuntos Exteriores que se celebrará el próximo día 22 de febrero, aunque quizás haya que aguardar hasta la cumbre de marzo de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiet­e para esperar decisiones al máximo nivel. Pero al Kremlin no le gusta recibir amenazas sino proferirla­s .« Estamos dispuestos( a romper las relaciones con la UE) en caso de que volvamos a ver que se imponen sanciones a algunos sectores, incluido los más sensibles, generando riesgo para nuestra economía », advirtió ayer el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. «Si quieres la paz prepárate para la guerra», añadió Lavrov. La semana pasada Borrell fue humillado en su viaje a Moscú con una tensa rueda de prensa con el propio ministro de Exteriores ruso que tuvo lugar el mismo día en el que el país anunció la expulsión de tres diplomátic­os europeos.

Los países bálticos y algunos del Este le habían pedido al político español que cancelara la visita, pero Borrell contaba con el apoyo explícito de la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron. Ahora todo indica que los partidario­s de la línea dura van a ganar una primera batalla, aunque lo delicado de la situación puede hacer que se exacerben las tensiones en el seno de los socios europeos, tal y como ha advertido el máximo representa­nte de la diplomacia comunitari­a. Tanto París como Berlín son partidario­s de una política de apaciguami­ento respecto aMoscú, con alianzass electivas en ámbitos como el suministro energético, la lucha contra el cambio climático o la seguridad en las fronteras para frenar el expansioni­smo ruso. Desde este prisma, Putin es un vecino demasiado correoso y temible como para llevarse mal, al que hay que intentar atraer a la esfera europea.

Para Gustav Gressell, experto del «thinktank » European Council on Foreign Relations, este análisis de la situación resulta erróneo y con pocos visos de éxito. «Europa no tiene ventaja transaccio­nal respecto a Moscú. Por razones económicas, Europa no considera la sanciones duras contra Rusia. Además, Europa es débil desde el punto de vista militar, la inteligenc­ia europea y contra inteligenc­ia no es una amenaza alas operacione­s clandestin­as o para sus vecinos y la política exterior común sobre sus vecinos orientales es tan débil que puede ser descarrila­da por la fuerza militar. En otras palabras, Europa no tiene nada que ofrecer y nada para amenazar. ¿Por qué debería escuchar el Kremlin?», escribe Gressell. Fuentes diplomátic­as reconocen fuera de micrófono que tanto la UE como la OTAN han pecado de ingenuidad en sus relaciones con Rusia y la extensión de su influencia en el tablero post- soviético. «Putin no es ningún santo, pero es cierto que no se ha respetado nada de lo que se prometió a Moscú tras el fin de la guerra fría. Por ejemplo, con el reconocimi­ento internacio­nal a la independen­cia de Kosovo promovido por EE UU. El Consejo OTANRusia debería haber servido para fomentar el diálogo y limar asperezas, pero desgraciad­amente no ha sido así». «Un modelo unipolar no solo es inadmisibl­e, sino que también es imposible en el mundo contemporá­neo. ¿Qué es un mundo unipolar? Es un mundo en el que hay un solo dueño, un solo soberano. Al fin y al cabo, ello resulta pernicioso no solo para aquellos que se encuentran dentro del marco de tal sistema sino también para el propio soberano, pues ese sistema lo destruye desde dentro ». Son palabraspr­onuncia das por el manda tario ruso el 10 febrero de 2007, en la Conferenci­a de Seguridad de Múnich. Para la mayoría de los analistas resultó una alocución profética que anticipaba las tensiones entre Moscú y los aliados de la OTAN y la anexión de la península de Crimea.

El bautizado como «discurso de Múnich», emitido bajo la atenta mirada de la canciller Merkel, criticó sin miramiento­s la expansión de la Alianza a países de la antigua órbita soviética –lo que para Rusia era y sigue siendo una provocació­n– y el papel de EE UU como gendarme global. Tras el desmembram­iento de la URSS, el ex espía del KGB quería proclamar a los cuatro vientos que el sueño imperialis­ta ruso seguía vivo y que Moscú no sería un títere de Washington. Nadie puede decir que no avisaba. En estos 14 años, el análisis de Rusia sobre la situación no ha cambiado un ápice. Moscú ha visto como una traición la ampliación europea a los países del Este, incluidos los bálticos. Según recordó ayer también Lavrov, las cancillerí­as europeas defendiero­n esta maniobra como una manera de contrarres­tar las «fobias heredadas de su pasado soviético» que desaparece­rían con su integració­n en estructura­s como la UE y la OTAN. «Sucedió lo contrario».

 ??  ?? El opositor Alexei Navalni, ayer, durante un juicio por supuestame­nte difamar a un veterano de la Segunda Guerra Mundial
El opositor Alexei Navalni, ayer, durante un juicio por supuestame­nte difamar a un veterano de la Segunda Guerra Mundial

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain