UNA REVOLUCIÓN VERDE PARA SUPERAR EL PARÓN ECONÓMICO DE LA PANDEMIA
Los países de la eurozona apuestan con fuerza por un modelo económico descarbonizado para crear empleo y reactivar las inversiones. El potencial de invertir en renovables supone solo en España movilizar 50.000 millones de euros y generar 135.000 empleos a
La generación renovable tiene que duplicarse para 2030. Las energías que más crecerán son la eólica, que pasará de 28 a 50GW, y la fotovoltaica, que crecerá de 11 a 40GW
EsEs cierto que la transición ecológica ya estaba en el foco de Europa y España antes de la pandemia. De hecho, en diciembre de 2019 se aprobaba el Green New Deal, el gran pacto verde para llevar la economía del viejo continente hacia la neutralidad en carbono en 2050, y España, como país miembro, ya presentaba su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para dicha transición en marzo de 2020. Sin embargo, no se puede negar que con el coronavirus, el sector renovable y el digital se han convertido en las piezas claves de la recuperación. Las ambiciones europeas por liderar la lucha contra el cambio climático han crecido. Por ejemplo, en cuanto a reducción de emisiones para 2030, los objetivos han subido del 40% al 55% y «falta saber si los objetivos en renovables subirán por encima del 35% actual, aunque todo apunta a que lo harán», explica José María González Moya, director general de la Asociación de Empresas de Energía Renovables.
Estos movimientos, que siguen el resto de las economías del mundo, suponen un buena augurio a nivel internacional. La Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena) estima que solo en renovables hasta 2030 la inversión total alcanzará los 50.000 millones de dólares. «La transformación del sistema energético podría impulsar un aumento acumulado del PIB mundial, respecto a la situación situación actual, de 98.000 millones de dólares hasta 2050. Prácticamente se cuadruplicarían los empleos en la energía renovable a 42 millones y se expandiría el empleo en el ámbito de la eficiencia energética a 21 millones», explica el organismo.
Durante 2020 2021 la actividad regulatoria para articular toda esta transición está siendo particularmente intensa en nuestro país, con la aprobación de diferentes estrategias, como la del Hidrógeno, al que se destinan 1.500 millones, o la del almacenamiento energético que acaba de ver la luz. También este mismo mes se ha celebrado la primera subasta renovable, por la que se han adjudicado 3.000 nuevos MW, tras un parón de más de tres años. «En 2020 incluso sin subastas y con la pandemia de por medio se han instalado 4.600 MW más», indica González Moya. Y todavía queda mucho camino por recorrer en esta nueva senda de la transformación verde de la economía. Por ejemplo, la Ley de Cambio Climático todavía se encuentra atascada en el Parlamento y tal y como anuncia el Ministerio de Transición Ecológica: «en los próximos meses se aprobarán la Estrategia Nacional de Autoconsumo, la Hoja de Ruta de Biogás y otra para el desarrollo de la Eólica Marina y las Energías del Mar».
El volumen de inversión para el periodo 2021-2030 también es considerable y suma 240.000 millones, «de los que 100.000 se destinan exclusivamente al sector renovable. El resto se divide entre eficiencia energética, mejora en las redes, etc. La creación de empleo de todo este plan suma de 250.000 a 360.000 puestos nuevos. Las renovables coparían 135.000 trabajos nuevos anuales.
Por su parte, «la Organización Internacional del Trabajo (OIT), afirmaba que a finales de 2019 la economía verde era ya responsable de más de medio millón de empleos en España, el 2,5% de la ocupación total. Una cifra que podría triplicarse en los próximos diez años si se destinan las inversiones suficientes», explica en un reportaje la publicación Compromiso Empresarial.
Además, a las inversiones nacionales (tanto públicas como privadas) que ya estaban encima de la mesa antes de la llegada del Covid, se suman ahora los fondos del Plan de Recuperación para Europa (140.000 millones para España), de los que por ejemplo ya
destinados 5.300 millones solo para rehabilitación energética. También hay ayudas directas a las industrias, movilidad, innovación, etc», explica Moya. «A este respecto, tomando como condición que el 37% de los fondos destinados a España se destine al cumplimiento de los objetivos del Pacto Verde Europeo, se espera que al menos 50.000 millones de euros del fondo Next Generation Europe se destinen para España a proyectos relacionados con el PNIEC», opina Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica. Y es que los grandes beneficiados de la transformación serán el sector fotovoltaico que sumará 39.000 MW (de los 11 GW actuales) y el eólico que terminará con 50.000 nuevos MW (de los 28 GW con los que cuenta en este momento).
En lo que a capacidad de instalación se refiere los objetivos para 2030 suponen instalar unos 6.000 MW nuevos cada año. Todo un rato, también teniendo en cuenta que este inicio de año ha tenido lugar la primera subasta de la década tras más de tres años de parón. Se han adjudicado 3.000 nuevos MW, además de inaugurar un cambio en su funcionamiento respecto a las anteriores. «Antes el regulador prometía un precio por kW adjudicado además de un régimen adicional. Ya en las últimas subastas las empresas había renunciado a ese plus adicional. Pero es que ahora además se ha ofertado a un precio muy por debajo del de mercado, lo que ha hecho que el kW quede a unos 24 euros», explica Moya. Para entender esto, baste pensar que el precio suele estar alrededor de 50 euros y que en momentos, como el pasado enero, en que no hay viento, la demanda sube y el gas está caro, los precios se disparan incluso por encima de los 100 euros. Y con ello sube la factura del ciudadano. «La subasta supone unos precios muy competitivos que ayudarán a reducir volatilidad en las factura. Además facilita las inversiones al determinar un precio cerrado», detalla el director de APPA.
Rehabilitación
Además de las subastas, la integración de renovables lleva parejos otros retos como el desarrollo de sistemas de almacenamiento y las energías de apoyo para cuando no haya sol o viento. En el caso del primero se espera añadir 6,6 GW en una década; otro gran reto si tenemos en cuenta que ahora mismo no hay prácticamente instalaciones de acumulación.
Además, habrá que ver cómo afecta la crisis económica derivada de la pandemia a los objetivos enerciencia géticos. Un descenso de la demanda puede aumentar de forma natural la penetración de renovables en el sistema eléctrico, pero puede tener consecuencias negativas en los objetivos que afectan a la eficiencia energética, la otra gran apuesta de Europa.
De hecho, la Removation Wave (o rehabilitación energética) es una de sus medidas estrella del Plan de Recuperación Next Generation de Europa. Y es que el potencial de la rehabilitación arquitectónica es enorme. El 84 %de los edificios en España son energéticamente ineficientes, según un estudio realizado por la EuroACE, la alianza de compañías por la efihay energética en los edificios. Además, hay cinco millones y medio de inmuebles que no incluyen criterios de eficiencia y los que no cuentan con parámetros de accesibilidad ascienden a siete millones. Y más de un millón se catalogan como en estado ruinoso o deficiente. Y por si fuera poco, se estima que solo este sector tiene capacidaddegenerarunos 15 empleos por cada millón de euros invertidos. Con este plan Europa quiere renovar 35 millones de edificios para 2030 y reducir, de esa forma ese 30% aproximado de energía que consume el sector y de las emisión de gases de efecto invernadero derivadas. Esto supone duplicar la tasa de rehabilitaciones anual y en el caso España multiplicar por diez, dado que llevamos más retraso. El PNIEC establece como objetivo para 2030 hacer eficientes 1.200.000 viviendas en España, pero, el Gobierno ha decidido adelantar los objetivos y quiere rehabilitar 500.000 viviendas desde 2021 a 2023.
Desarrollo rural
Entre los Fondos Europeos destinados a la recuperación y los Presupuestos Generales del Estado de 2021, el Miteco estima que se ha aumentado «en un 132% la partida destinada a la transición ecológica». Además se han destinado 100 millones de euros al plan Moves para la movilidad sostenible, «Se han adjudicados más de 110 millones de euros para 99 proyectos destinados a la reactivación de los municipios mineros. Asimismo, en 2020 se ha publicado la primera línea de ayudas de siete millones para municipios afectados por el cierre de centrales térmicas, se han convocado ayudas por 27 millones de euros para financiar proyectos generadores de empleo y desarrollo económico en zonas mineras y se ha incluido una priorización de fondos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía y de la Fundación Biodiversidad con criterios de transición justa. El reto demográfico y las políticas contra la despoblación cuentan, por primera vez, con un presupuesto propio y con el empuje de los más de 2.500 millones de euros procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para ahondar en el cierre de las brechas sociales y territoriales, en el desarrollo del medio rural y en la justicia intergeneracional», explica el Miteco.