El Macba revisa en una muestra la obra de Félix González-Torres
La exposición es la más completa hasta la fecha dedicada en España al artista
El MACBA revisa la obra del artista norteamericano de origen cubano Félix González-Torres en una exposición que hasta el 12 de septiembre ofrece una nueva lectura de uno de los artistas más influyentes del siglo XX. La comisaria de la exposición, Tanya Barson, explicó ayer durante la presentación que la muestra «hace hincapié en su relación con España, el continente americano y el Caribe, e incide en cuestiones como la memoria, la autoridad, la libertad y la identidad nacional». Para González-Torres, lo que es personal es político, y en sus obras explora el diálogo entre lo que es privado o invisible y lo que es público.
El arte de González-Torres se puede leer como una crítica al conservadurismo social, las actitudes homófobas y, además, como una advertencia del peligro que supone el auge de la ultraderecha, apuntó la comisaria. Sus obras desafían al espectador mediante estrategias y códigos clandestinos, como el uso sutil del lenguaje en sus títulos, que en algunos casos se convierten en un tipo de contraseña, o con el uso recurrente de objetos aparejados, los cuales, como símbolos de igualdad y de «amantes perfectos», pueden aludir al amor homosexual a la vez que rehuyen la censura.
La exposición, la más ambiciosa presentada en España y una de las más significativas de las que se han llevado a cabo a Europa en los últimos años, reúne unas cuarenta obras organizadas en cuatro secciones: una lectura política de la obra de GonzálezTorres; la noción de pareja; el aspecto existencial; y el patriotismo y el militarismo conectados con el machismo y el deseo homoerótico. La muestra se expande más allá de las salas del museo, en un quinto capítulo, con obras instaladas en espacios como la fachada del MACBA, la Rambla del Raval, el lateral del Auditori de Barcelona o el Pabellón Mies van der Rohe.
La relectura de Barson asume la responsabilidad de volver a examinar los diferentes estratos de la práctica de González-Torres y su manera de conectar con historias que a veces no han recibido suficiente atención en la presentación de su obra. González-Torres, recordó la comisaria, ha influido no solo en artistas de su misma generación, sino también en un gran número de artistas de las generaciones posteriores.
En la primera sala, centrada en la obra más política, las obras aluden indirectamente a la cultura autoritaria, al fascismo y el conservadurismo social, así como a la represión de la comunidad gay y a las actitudes homófobas que remiten a Estados Unidos durante la crisis del sida en los años 80 y 90.
En el ecuador del recorrido expositivo se pueden contemplar las obras de González-Torres de cariz más existencialista, en las que el artista trata cuestiones relacionadas con el viaje, la emigración, el exilio, el turismo y la huida/libertad a través de la imaginería del agua, el cielo y las playas. Cierra la exposición un conjunto de obras que examinan las ideas de patriotismo, militarismo, machismo y deseo homoerótico, así como el papel de los monumentos en el sentimiento nacionalista de los pueblos.
En la fachada del MACBA se ha situado «Untitled (America)» (1994), una de sus guirnaldas de luces más ambiciosas, compuesta por doce lineales de bombillas,cuatro en la fachada del museo y ocho en la Rambla del Raval.