Greguería
El ruedo ibérico es pura greguería, con permiso de don Ramón: Ciudadanos se oculta detrás del cadáver (político) de Rivera, como esos soldados que se quedan sin trincheras en el campo de batalla y se resguardan tras sus propios muertos. PSOE usa a Podemos de señuelo para que reciba de su parte todos los insultos, bofetadas y la ira del pueblo llano, pobre energético, muerto de hambre.
El presidente y su vicepresidente eran el ventrílocuo y el guiñol de la política nacional. El primero hablaba con disimulo mientras movía descaradamente la boca del segundo, que era quien lanzaba las expresiones soeces y asustaba a las señoras y señoros más finos, o fachas, del público mientras estaba convencido de que tenía vida propia. En el PP también querrían aprender márketing político en Youtube para ser guionistas de series parlamentarias, pero al final todos piensan: «Yo ahí no me meto, habiendo tanto donde arar...».
Las infantas eméritas se pusieron la vacuna china en Oriente Próximo, que es como ir volando en «business» a comprar medicinas a un todo a cien, pero la opinión patria las tupió a insultos, por altezas y poco proletarias. (¡Menos mal que no compraron vacunas alemanas en la zona VIP del aeropuerto!).
Ciudadanos es, respecto al PSOE, uno de esos viceversas despreciados por su amor eterno de verano, que los humilla y somete a diferentes degradaciones diarias en «Sálvame», mientras se encama con otros delante de sus narices, moqueantes por la llantina y la «cornamentación». Finalmente, recalcar que Carlos Cuadrado era la mano derecha de Inés Arrimadas, e Iván Redondo es la mano –suponemos que izquierda– de Pedro Sánchez. Cuadrado y Redondo (este país es la monda) planeaban el futuro de España… Pero la cuadratura del círculo –como siempre– no pudo ser. Otra lástima. Dicho sea sin greguería alguna.