Aprueban una suspensión de licencias de un año para regular las macrococinas
La decisión frena la apertura de dos instalaciones en las zonas de Les Corts y Sant Martí
El gobierno municipal de Barcelona aprobó ayer una suspensión de licencias de un año para evitar la proliferación «descontrolada» de macrococinas en la ciudad e iniciar el estudio y elaboración de una nueva normativa urbanística que ordene la implementación de esta actividad.
En una rueda de Prensa de ayer, la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, explicaron que la suspensión afecta a establecimientos de platos preparados con obrador y cocinas industriales sin degustación.
La medida fue motivada por el rechazo de los vecinos de los barrios de Les Corts y Sant Martí ante la próxima apertura de macrococinas, y Sanz confirmó que la suspensión afectará a estas dos macrococinas porque solo cuentan con permiso de obras y no tienen autorización de actividad.
La concejal recordó que actualmente está en marcha un plan de choque para hacer un control «exhaustivo» de estas actividades y garantizar que se cumplen las regulaciones vigentes, aunquedijo que el gobierno municipal no tiene identificadas macrococinas en funcionamiento.
«Solo nos constan dos peticiones de licencias de obras», dijo Sanz en relación a las macrococinas de Les Corts y Sant Martí, aunque admitió que se está investigando el caso de una hipotética macrococina en la travesera de Gràcia.
En este sentido, pidió «responsabilidad y cambios legislativos» a la Generalitat para regular esta actividad de forma específica, ante la posibilidad de que este modelo de negocio se extienda a otros municipios.
Collboni lamentó que los inversores decidieran poner en marcha estas macrococinas sin comunicarlo al ayuntamiento, que tuvo conocimiento de los proyectos a raíz de las quejas vecinales: «Es una mala manera de empezar».
«Estamos a favor de la modernización y la digitalización, pero cumpliendo las normas y respetando la convivencia, la emisiones, la movilidad y la protección de la restauración y la economía local, especialmente en un momento en el que sufre los efectos de la pandemia», expresó Jaume Collboni.
Las macrococinas crecieron en la ciudad a raíz de la pandemia y el confinamiento, con nuevos locales en los que se instalan entre 25 y 40 cocinas para elaborar y repartir comida a domicilio, lo que genera ruidos, olores, humos, vibraciones y afectaciones a la movilidad.
La suspensión no afectará a los negocios de catering y ni al ámbito de Collserola y Montjuïc, las zonas industriales de la Verneda y Zona Franca y los entornos en los que ya existe una regulación específica o una suspensión vigente, como en la ‘supermanzana’ del Eixample.
Sanz admitió la dificultad del Ayuntamiento para tener conocimiento de la apertura de macrococinas por el régimen de comunicados: «Las simplificaciones administrativas provocan que los ayuntamientos pierdan el control. Siempre vamos detrás de la pelota».
Collboni recalcó que el Ayuntamiento está abierto a hablar con operadores e inversores que quieran explorar nuevos modelos de negocio en la ciudad, siempre que sean compatibles con el respeto a los vecinos y la economía local: «Orden y progreso», subrayó.
Está en marcha un plan de choque para hacer un control «exhaustivo» de estas actividades y garantizar que se cumplen
La medida fue motivada por el rechazo de los vecinos de Les Corts y Sant Martí ante la próxima apertura de macrococinas