Cocina vasca, de producto, con una esencia tradicional y sin artificios
En Urretxu Cuina el protagonismo es para la materia prima, fresca, de calidad y honesta, a partir de la cual se elaboran recetas clásicas de la gastronomía vasca con guiños también a la cocina catalana
Urretxu cocina es pura autenticidad. Hace casi 20 años nació como un lugar de comida para llevar que aspiraba a ofrecer a su clientela la verdadera cocina vasca tradicional elaborada a partir de un producto fresco, de calida, honesto, y a día de hoy, casi dos décadas después, sigue manteniendo esa esencia pese a que se ha convertido ya en un restaurante.
«En Urretxu trabajamos con un producto fresco y de calidad, la mayoría lo compramos aquí, en Barcelona y alrededores, y solo cuando resulta muy complicado encontarlo por la zona, lo traemos del País Vasco, como por ejemplo hacemos con las alubias rojas de Tolosa», explica José Ramón Okariz, gerente y propietario del restaurante junto a sus hermanos, quien a modo de ejemplo pone de relieve que «trabajamos mucho la merluza y ésta ha de ser de mínimo 4 kilos, porque así es como nos gusta». «Más pequeña sería una pescadilla», constata Joserra, quien también asegura que «si el producto que llega no está en las condiciones que yo quiero, no lo sirvo».
En cualquier caso, es a partir de esa materia prima de calidad, honesta y de temporada que en Urretxu Cuina se elabora una oferta basada en la cocina tradicional vasca, pero con guiños también a la gastronomía catalana. Así pues, la clásica tortilla de bacalao, el changurro a la donostiarra, el cogote de merluza. la tortilla de bacalao, la carrillera, entre otros platos, comparten carta con otras propuestas más locales como el fricandó, la salsa romescu o los caracoles a la llauna.
Esa carta, sin embargo, no es en formato físico, sino que, tal y como apunta el dueño, «todo es de boca». «No tenemos carta escrita y explicamos de viva voz al cliente lo que tenemos, porque somos muy clásicos y nos movemos en una veintena de productos», explica Joserra para a continuación señalar que «aquí el cliente ya sabe lo que viene a comer».
Esa oferta, que está pensada para compartir, se organiza en menús, concretamente en tres: uno de 35 euros que consiste en croquetas, tortilla de bacalao, almejas a la plancha y crujiente de gambas con salsa romescu como entranates; un plato principal a elegir, postre café y vino; otro de 45 euros y uno más por 55 euros. Además, de martes a domingo, en la franja del mediodía, se ofrece también un menú ejecutivo por 11 euros. En todos ellos, tal y como apunta el propietario del restaurante, «el producto producto es el protagonista». «Los platos saben a lo que han de saber, no enmascaramos nada».
Y todo ello sucede en un establecimiento con carácter muy familiar y un aire que evoca al País Vasco. «La entrada al restaurante, sobre todo, tiene un estilo vasco con madera, tejas...», pero lo más característico de Urretxu es su «ambiente familiar». familiar». «Queremos que la gente esté como en su casa y, de hecho, tenemos una clientela muy fiel», recuerda Joserra, quien al respecto revela que su clientela suele comentarle: «Venimos a tu casa a comer lo que tengas». «La gente no quiere sorpresas y sabe que aquí se hace una cocina muy honesta», concluye el propietario de Urretxu Cuina.