Las embarcaciones que participaron en las labores de reflote celebraron con sirenas su nueva posición
La marea alta, propiciada por la luna llena, ayudó a que el enorme portacontenedores pudiera ser arrastrado
Facebook. En los trabajos participaron también diferentes compañías extranjeras, de nacionalidad holandesa, japonesa o italiana, que mandaron allí expertos y remolcadores. Todos ellos se sumaron a las felicitaciones por la hazaña.
En el éxito de la operación tuvo también que ver la marea. Porque si durante el fin de semana los vientos fueron un impedimento para conseguir desencallar antes el «Ever Given», ayer pasadas las 11 de la mañana las condiciones meteorológicas se pusieron de cara. Las autoridades esperaron a esa hora para dar el empujón definitivo. El barco se separó así unos 100 metros de la orilla, mientras que antes tan sólo había conseguido distanciarse unos cuatro metros. Las dragas y las excavadoras habían sacado unos 30.000 metros cúbicos de arena. Su trabajo fue fundamental para comenzar las maniobras, que después fueron finalizadas por los remolcadores. No hubo necesidad de descargar parte de los 18.300 contenedores que el «Ever Given» lleva a bordo, como se había especulado, lo que habría ralentizado aún más la operación.
No sólo las autoridades y las compañías directamente afectadas celebraron el desbloqueo del canal de Suez. En los mercados, el crudo abrió la sesión con bajadas, aunque después los precios se fueron corrigiendo hasta registrar leves subidas. El petróleo Brent, el que se utiliza como referencia en Europa, ha cosechado una subida muy leve en esta semana de inestabilidad. Habrá que dejar pasar más tiempo para obtener el resultado de la factura, que según la revista Lloyd’s –especializada en comercio marítimo– ascendía a unos 8.100 millones de euros diarios. De acuerdo con estos datos, los retrasos ya habrían provocado unos 50.000 millones en pérdidas. Y el tráfico marítimo por el canal todavía no ha terminado de restablecerse.
También habrá tiempo para ajustar cuentas y resolver cuáles fueron los motivos del accidente. Por un lado, la empresa japonesa Shoei Kisen, propietaria del «Ever Given», sólo contempla como posibilidad que una tormenta de arena dificultara la visibilidad al capitán, que terminó impactando en la orilla. Según esta versión, no se habría producido ningún fallo humano ni técnico. Sin embargo, la Autoridad del Canal de Suez ya ha advertido que iniciará una investigación, ya que ellos no creen que la tormenta de arena fuera el único factor a tener en cuenta. El asunto, previsiblemente, irá para largo y se resolverá en los tribunales. El Canal de Suez, una de las principales fuentes de divisa extranjera para Egipto –más ahora que no hay turistas– también tendrá que acometer las pérdidas provocadas por el parón de los últimos días. Una de las soluciones podría ser tratar de incrementar la cantidad diaria de barcos que pasan por sus aguas, de los actuales 50 a unos 85.