Medidas de la Agenda 2030 en el Gobierno de España
España ya se ha remangado para ponerse manos a la obra en esta materia, con la colaboración de la Unión Europea y la creación de la Agenda 2030 de Transición Ecológica. Dentro de la estrategia que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha propuesto a la hora de potenciar la construcción de infraestructuras verdes, entran la mejora, conservación y restauración de la biodiversidad y ecosistemas españoles; reconocer el valor económico de los servicios de los ecosistemas; mejorar el vínculo social y cultural con la naturaleza, creando diversos incentivos para que la sociedad se involucre en su mantenimiento y mejora; minimizar la expansión de las urbes y minimizar su impacto negativo sobre la biodiversidad; mitigar y adaptarse al cambio climático; y contribuir a una vida saludable para todos los ciudadanos. variados como la calefacción o refrigeración de los hogares.
Existen diversos tipos de sistemas de almacenaje térmico en función de la fuente de energía de cada hogar (eólica, solar, térmica, gas…) pero merece la pena echar un vistazo a las opciones disponibles antes de instalar uno de los viejos –ya obsoletos– sistemas de climatización de vivienda.
Nuevas formas de energía
Aunque ya no son tan nuevas. Una placa solar para un hogar suele costar entre 4.000 y 6.000 euros, un precio elevado que normalmente nos echaría para atrás a la hora de instalar una en nuestra vivienda. Comprensiblemente. Pero cuando estamos pagando una hipoteca a cuarenta años, estirar unos milímetros más el presupuesto para el que pretendemos que sea nuestro hogar durante las próximas cuatro décadas, no es necesariamente una mala idea. Aparte de concedernos un ahorro importante en materia energética durante los años futuros, casi parece asombroso que un país con el clima de España tenga menos placas solares en sus hogares que otros menos soleados como Alemania o Reino Unido. Al final no es tan complicado hacerlo bien... si hay ganas para ello.
La n Andalucía ha sabido afrontar con valentía y decisión la pandemia de la Covid-19 y la crisis económica que ha generado. Frente a lo sucedido en la anterior crisis, cuando el Gobierno socialista paró obras y proyectos, el nuevo Gobierno andaluz que dirige Juanma Moreno entendió que la obra pública debe ser una tabla de salvación de la economía y del empleo. Por ello, no sólo no paramos ni una sola obra, sino que se activó el Plan Andalucía en Marcha que va a movilizar 3.450 millones de euros hasta 2023, así como se aprobaron unos presupuestos de 2021 que superan los 40.000 millones de euros, pensados para que Andalucía salga más fuerte de la crisis. En el caso de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio este año contamos con un 3,4% más de presupuesto que en 2020, para no parar ninguna obra y reactivar proyectos necesarios y, en muchos casos, olvidados. Parte de ese presupuesto va dirigido a los puertos. El Gobierno andaluz está convencido de que los puertos son la llave que nos abrirán la puerta hacia un futuro mejor. Andalucía tiene más de 900 kilómetros de costa y una ubicación geográfica privilegiada. Tenemos siete siete puertos de interés general, entre los que se encuentra Algeciras, el primer puerto en tráfico de contenedores del Mediterráneo, y 29 puertos y cinco espacios portuarios de competencia autonómica. Con esa base, podemos convertirnos en una potencia de primer orden en dos sectores con una proyección de futuro que va a más, el transporte y la logística. Para hacer posible ese objetivo es necesario acometer una serie de inversiones que permitan a nuestros puertos y áreas logísticas ser más competitivos tras años de abandono por los anteriores ejecutivos socialistas.
Frente a los 19,5 millones invertidos entre 2017 y 2018, en 2019 y 2020 el nuevo Gobierno andaluz duplicó la inversión: fueron 39 millones de euros. Y en 2021, la inversión en nuestros puertos seguirá creciendo hasta los 35,5 millones. Todo ello permitirá mejorar las instalaciones portuarias y atraer inversiones. Para ello, estamos llevando a cabo cambios normativos que pondrán más de 150.000 metros cuadrados de suelo a disposición de empresas interesadas. Son terrenos hasta ahora sin uso que podrán generar actividad y empleo. Pero para que estas actuaciones tengan el resultado que esperamos deben venir acompañadas de una apuesta decidida por nuestros puertos y áreas logísticas por parte del Estado. En primer lugar, el Gobierno central debe cambiar su legislación para favorecer la colaboración público-privada. Andalucía apuesta firmemente por ella. Y, en segundo lugar, el Estado tiene que mejorar los accesos ferroviarios. Y tiene una oportunidad única con los fondos Next Generation para paliar el déficit que en materia ferroviaria arrastra Andalucía desde hace décadas, especialmente para acelerar la ejecución de los corredores ferroviarios Mediterráneo y Atlántico. Esta vez no podemos perder el tren de Europa. Andalucía no se puede quedar atrás porque sin Andalucía España no avanzará.