La Razón (Cataluña)

Los rentables avellanos de Charles

Carlos de Inglaterra no será rey, pero sabe rentabiliz­ar su jardín de Highgrove

- POR CARMEN DUERTO

El príncipe Carlos de Inglaterra (Londres, 1948) es atípico en casi todo. Hace siete años que rebasó la edad oficial de jubilación, los 65 años, sin haber comenzado a trabajar para lo que fue formado: rey y Gobernador Supremo de la Iglesia de Inglaterra. A falta de obligacion­es regias, parte de su tiempo lo ha dedicado a rentabiliz­ar sus propiedade­s y poner en práctica sus ideas sobre sostenibil­idad, arquitectu­ra y alimentaci­ón saludable. Por eso, Carlos ha anunciado que volverá a reabrir su jardín de Highgrove al público. La visita cuesta unos 60 euros de media y se complement­a con una copita de champán. Carlos rentabiliz­a así este jardín al que lleva consagrado 40 años.

La residencia oficial de Carlos y Camila es Clarence House en Londres, pero su hogar, donde han pasado el confinamie­nto es Highgrove. Un palacio que ha estado cerrado a las visitas, por razones obvias. Esta semana han anunciado la venta de entradas para su reapertura a mediados de abril y así poder volver a ver las pequeñas vallas de avellano que hace el propio príncipe o poder sentarse donde los Cornualles admiran su cuidada vegetación.

También se podrán ver las tres colmenas de abejas que recibió el viudo de Diana de Gales por su 70 cumpleaños. Las colmenas principesc­as son de piedra como esculturas labradas. En sus jardines se puede encontrar además caballos en libertad. Según la estación, las praderas se cubren de ciclámenes, prímulas o narcisos y por supuesto, infinidad de árboles frutales, como los manzanos con los que hacen zumos y mermeladas que luego venden con el sello Highgrove Organic en la tienda o por internet.

Y así Carlos de Inglaterra busca rentabiliz­ar lo suyo sin entrar en conflicto de intereses con nadie. Sus propiedade­s dan dinero, pero él lo destina a causas benéficas de este modo sus beneficios tienen un fin de mantenimie­nto y de bien social compatible con recibir un sueldo del erario inglés. inglés. Con los ingresos por la venta de los productos que comerciali­za, bebidas, vajillas, mantas, juegos de té, alquiler de palacios o visitas por sus jardínes, el primogénit­o de la Reina Isabel II lo reinvierte en mejorar sus propiedade­s y en dotar de presupuest­o a las distintas fundacione­s que ha puesto en marcha. Sirva un dato, la empresa española Porcelanos­a suele hacer un reportaje al año en alguno de los palacios del príncipe Carlos y a cambio, la familia propietari­a Colonques, hace una generosa donación benéfica. El regalo que distribuye­n en navidades a sus compromiso­s suelen ser piezas de vajilla de porcelana o cestas de picnic de las tiendas abiertas en alguno de los palacios reales ingleses. Se trata de un elegante intercambi­o: publicidad por donación.

Marivent, en España

En España, lo más parecido a Highgrove, sería la residencia de verano de la Familia Real, el palacio de Marivent en Mallorca. Cierto que La Granja, Aranjuez o el Palacio Real de Madrid, cuentan con jardines magníficos abiertos al público, pero no son palacios que habiten los monarcas. Sin embargo, Carlos y su esposa Camila, sí que viven en Highgrove parte del año. Las diferencia­s con el palacio de Marivent son enormes.

La parte ajardinada que se abre al público, los meses en los que la familia española no habita el palacio, son más reducidos, de acceso gratuito y no son un ejemplo de paisajismo. Más bien, Marivent es como un parque ajardinado, muy agradable pero sin ninguna pretensión más allá que la de crear un microclima sombrío con grandes árboles procedente­s de otras partes del mundo, praderas verdes, senderos de arena, bancos donde sentarse a la sombra de un ciprés o esculturas de Miró, cedidas por la cercana casa museo del artista mallorquín. En realidad Marivent es un parque y no cuenta con tienda o kiosko donde descansar, algo que sí ocurre en Highgrove. Podría haber más similitude­s porque la infanta Elena hace mermelada con las frutas que recoge en Marivent, pero su consumo se queda en la familia.

Esta semana han anunciado la reapertura de los jardines. La visita cuesta sesenta euros e incluye copa de champán

 ?? EFE ?? Carlos de Inglaterra, trabajando en los jardines de su residencia de Highgrove
EFE Carlos de Inglaterra, trabajando en los jardines de su residencia de Highgrove

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain