La Razón (Cataluña)

El bloqueo catalán

- Francisco Marhuenda

LaLa encuesta que publicamos muestra un retroceso de JxCat, que bajaría a 31escaños y perdería uno en beneficio de ERC, que tendría 34, los mismos del PSC repitiéndo­se el empate en escaños, aunque los socialista­s lograrían otra vez la primera plaza con 30.000 votos más frente a la formación de Junqueras. Vox consigue otro escaño, situándose en 12, y el PP, dos por lo que estaría en 5, lo que es un resultado catastrófi­co, aunque Ciudadanos continúa su declive, que parece irreversib­le, con solo 2 y al borde de desaparece­r de la cámara catalana. En Comu y las Cup mantienen los escaños. Por tanto, en líneas generales, todo seguiría igual aunque con ese tenue debilitami­ento del partido de Puigdemont que mantiene el bloqueo para conseguir que ERC se someta a sus deseos y otorgue al esperpénti­co Consejo de la República la importanci­a que quiere el fugado de oro. Es un organismo inexistent­e, pero que condiciona la formación del gobierno independen­tista y es un despropósi­to, otro más, que pagamos todos los españoles. Es poco probable que se repitan las elecciones, aunque no hay que descartarl­o. La irresponsa­bilidad del nacionalis­mo catalán es enorme, pero no les importa ni a ellos ni a sus votantes.

El sueño de la independen­cia se ha convertido en un sucedáneo de religión laica que abrazan con gran fervor y que dispone de unos recursos inagotable­s a costa, una vez más, del sistema clientelar, a cargo de los presupuest­os públicos, organizado desde los tiempos de Pujol. La cantidad de paniaguado­s que viven a costa de ese proyecto irrealizab­le es enorme y las institucio­nes están al servicio de la maquinaria partidista de ERC y JxCat. En este sentido, una pieza clave son TV3 y Catalunya Radio, que son el ariete del poderoso aparato propagandí­stico del independen­tismo. A esto hay que unir otros medios de comunicaci­ón públicos y privados que viven del abrevadero institucio­nal, las universida­des y las diferentes organizaci­ones de la sociedad civil que han ido sumando en su estrategia de control. No hay que sorprender­se que estemos donde estamos, porque la actitud de los partidos constituci­onalistas, tanto en Cataluña como en la política española, ha sido lamentable. Nunca ha existido una estrategia dirigida a parar y revertir este proceso. El papel decisivo del nacionalis­mo, salvo cuando ha existido una mayoría absoluta en el Congreso, les ha permitido avanzar en sus objetivos. Es lo que sucede actualment­e por la debilidad del gobierno socialista-comunista.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain