JxCat abre la puerta a quedarse fuera de un Govern de Esquerra y la CUP
Los republicanos blindan el pacto con los antisistema y reiteran su autonomía en Madrid
Primeros días tras la investidura fallida del candidato de Esquerra a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, condicionados por los reproches entre el independentismo, el bloqueo permanente de la política catalana y la tregua que ha brindado la Semana Santa. Las negociaciones se retomarán mañana y los partidos aprovechan para fijar posiciones a través de los medios antes de encarar el tramo final y librar la pugna definitiva. Ayer, Jordi Sànchez, secretario general de JxCat, tomó la palabra y en una entrevista en «La Vanguardia» abrió la puerta formalmente a quedar fuera de un Ejecutivo de ERC y la CUP. Es decir, a facilitar un Govern en minoría con el fin de evitar una repetición electoral pero sin entrar en la Generalitat.
«No pedimos tiempo para castigar a ERC, en absoluto. Tenemos que hacerlo bien para ofrecer estabilidad y acción de gobierno. Y de no llegar a un acuerdo ya encontraríamos la manera de no ir a elecciones», aseguró el dirigente de JxCat desde la cárcel de Lledoners. «Dije que no especularíamos con elecciones: si quieren, que gobiernen en minoría», afirmó contundente Sànchez quien rechaza entrar «deprisa y corriendo» en un Govern sin solucionar sus diferencias con los republicanos para poder «pasar página».
«Hay algunos en ERC que quieren un acuerdo con los comunes y la CUP. Si es eso lo que quieren, que nos lo digan. Nosotros los votaremos», avisó Jordi Sànchez en la entrevista para señalar concretamente a dos dirigentes republicanos: el líder en el Congreso, Gabriel Rufián, y Joan Tardà.
El acuerdo entre republicanos y antisistema se ha convertido, de hecho, en un nuevo punto de desencuentro entre Esquerra y Junts para la Generalitat. «La CUP no debe temer nada». «Es un acuerdo y los acuerdos están para cumplirlos» y «la renta universal se hará», advirtió la portavoz republicana Marta Vilalta con la vista puesta en el partido de Puigdemont.
Otro de los escollos es la estrategia unitaria del independentismo en Madrid que reclama Junts, algo a lo que ERC se niega al tener una de las llaves de la aritmética en la que se sustenta el Gobierno de Pedro Sánchez. «Nadie le dirá a Esquerra lo que tiene que votar», resumió el republicano Sergi Sabrià sobre este punto.