Se relaja el uso de mascarillas en las playas
Las CC AA, preocupadas por cómo regular el fin del estado de alarma
Tras el enfado de las comunidades autónomas, el Ministerio de Sanidad ha tenido que dar marcha atrás en uno de los puntos de la llamada ley de nueva normalidad. El artículo 62 de la ley 2/2021 de 29 de marzo obligaba al uso de las mascarillas en todos los espacios públicos, aun estando solo o pudiendo guardar la debida distancia de seguridad de 1,5 metros. Esto en la práctica obligaba al uso de mascarilla tumbado en la playa, en la piscina o, incluso, dando un paseo por el campo sin nadie alrededor. Ante esta situación tan ilógica, varias autonomías, como Galicia o Cataluña, entre otras, pidieron que se perfilara este artículo, Por eso Sanidad acordó ayer en el Consejo interterritorial la relajación de esta normal. Ahora no será obligatoria en la playa durante el baño, la práctica del deporte o en los periodos de descanso en un lugar fijo, siempre que se pueda mantener la distancia dé seguridad de 1,5 metros. La propuesta declara actividades incompatibles con el uso de la mascarilla el bañarse en cualquier lugar (mar, lagos o embalses, ríos u otros espacios acuáticos naturales o en piscinas en el exterior o cubiertas), y la excluye también para practicar deportes acuáticos, sea en un medio natural o artificial. Tampoco habrá que usarla en los periodos de descanso antes o después del baño. Si se está en una playa u otro espacio natural al aire libre se entenderá por periodo de descanso todo el tiempo en que se esté en un punto fijo a más de 1,5 metros de otra persona (puede ser tomando el sol, por ejemplo). Si se está en una piscina cubierta o a bordo de un barco, se considerará tiempo de descanso el mínimo o la práctica de deporte en el medio acuático, en el entorno del mismo. En el caso de las playas o en entornos asimilados, solo se podrá dejar de usar la mascarilla durante el tiempo «estrictamente necesario entre intervalos de actividad».
Por otra parte, las comunidades quieren estar preparadas para el fin del estado de alarma que, según indicó el lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no hay intención de prorrogar más allá del 9 de mayo. Ante el anuncio, seis comunidades (Andalucía, Galicia, Comunidad Valenciana, Cantabria, Castilla La Mancha y Castilla León) han alertado del riesgo de quedarse sin cobertura jurídica para adoptar restricciones. En concreto, el fin del segundo estado de alarma, que comenzó el pasado 25 de octubre, dejaría sin efecto tres medidas fundamentales: el toque de queda, que limita los la movilidad de las personas en horario nocturno; la restricción de la movilidad, por lo que no podrían imponerse cierres perimetrales, y la limitación de las reuniones sociales, que también se levantarían.
A partir de entonces, quedaría en manos de las CC AA la puesta en marcha de las medidas de seguridad que considere oportunas para evitar la propagación del virus, siempre que no se vulneren los derechos fundamentales.
A falta de que se hagan públicos los datos correspondientes a la Semana Santa, pero con las cifras de incidencia en clara tendencia al alza, algunas comunidades están cerrando filas y endureciendo las restricciones antes de llegar al umbral de riesgo extremo.
Es el caso de Andalucía, que ha decidido mantener, durante dos semanas más las actuales restricciones vigentes en la comunidad: el cierre perimetral tanto de la región como de cada una de las ocho provincias, el toque de queda entre las 23 y las 6 horas y la limitación de reuniones a un máximo de seis personas en el exterior y de cuatro personas en espacios interiores de hostelería y similares. En el País Vasco la provincia de Álava y su capital Vitoria quedan cerradas desde ayer al haber superado una incidencia de 400 casos acumulados en catorce días.