Un acusado de la manada de Sabadell asegura que las relaciones fueron consentidas
El abogado de la víctima rechaza la versión del procesado ya que la joven, asegura, «es homosexual»
Tres de los acusados negaron que estuvieran en la nave abandonada pese a que se encontraron «huellas recientes»
El abogado de la joven que denunció a ‘la manada de Sabadell’ por violación múltiple, Jorge Albertini, explicó ayer, para contrarrestar la declaración de un acusado, que su representada «es homosexual», por lo que asegura que no pudo tratarse de relaciones sexuales consentidas como ha asegurado uno de los procesados.
«Mi clienta no se siente atraída atraída por este género ni por estas personas porque es homosexual», aseguróha asegurado al exponer su informe final en la Audiencia de Barcelona, después de que uno de los cuatro acusados declarara que mantuvo una relación sexual consentida con la víctima. Al escuchar las declaraciones de los acusados, Albertini señaló que «es deleznable escuchar una mentira de este calibre», que han mantenido relatos falsos y que las coartadas en ningún caso han sido coherentes, y ha solicitado una indemnización correspondiente por el daño irreparable y una sentencia condenatoria contra los acusados.
Tres de los acusados negaron que estuvieran en la nave industrial durante la agresión sexual, lo que ha desmentido refiriéndose a las huellas de uno de ellos: «La huella era reciente, no es de hace varias semanas como quiso declarar su novia bajo una estrategia totalmente absurda», dijo respecto a uno de los testigos de la defensa.
El letrado subrayó la valentía y la templanza de la víctima, «que ha intentado no ser derrotada por este hecho y que ha podido levantar el ánimo y seguir estudiando y llevando una vida normal».
Añadió que la declaración de la víctima ha sido concreta y precisa, «que ha concretado qué fue lo que ocurrió con una claridad expositiva y una expresividad que daba por hecho el relato», y que reconoció el rostro de las personas que estaban dentro de la nave.
El fiscal del juicio a «la manada de Sabadell», Eduardo Gutiérrez, criticó que el principal acusado de la violación múltiple haya planteado en su declaración «la teoría del consentimiento» al afirmar que mantuvo relaciones sexuales con la denunciante y negar que la agrediera. En su informe final en el juicio en la sección 6 de la Audiencia de Barcelona ha mantenido que esta justificación «carece de toda lógica y credibilidad, solo puede entenderse por una manifestación al derecho de la defensa», y reprochó que no dijese nada similar durante la fase de investigación. Recordó que se encontró semen del acusado en varias partes del cuerpo de la joven, lo que no concuerda con lo que él ha explicado a los jueces. «El relato de la víctima es perfectamente verídico y creíble para desvirtuar la inocencia de los agresores», zanjó el fiscal después de escuchar las declaraciones de los cuatro acusados, que han mantenido que fue sexo consentido o bien que no presenciaron la agresión.
«No fue consentido»
El fiscal remarcó que no fue consentido, para lo que ha recordado que la joven salió «corriendo de la nave al grito de ‘ayuda’, como han dicho los testigos», y al llegar a urgencias tenía varias lesiones. «Fue víctima de una violación múltiple: tres carnalmente y tres cooperaron para que los otros pudieran hacerlo», y recordó que dos de los sospechosos como autores materiales no han sido juzgados, uno porque se fugó y otro porque la investigación no logró identificarle. Tampoco dio credibilidad a los tres acusados que han afirmado que esa noche no estuvieron en la nave industrial donde ocurrió la agresión, y mantuvo la petición de condenarlos como cooperadores necesarios. «Ayudan a crear la intimidación ambiental para que la victima no intente ninguna defensa ni posibilidad de escapar. En el momento en que se encontró sola con uno, salió corriendo. Antes no pudo por la actuación de todos los procesados», y añadió que no solo no impidieron la agresión sino que propiciaron que los otros la hicieran.
El fiscal asegura en su informe final que la «teoría del consentimiento carece de toda lógica»