El parón de Janssen aleja la inmunidad de grupo a 2022
EE UU paraliza el envío de la vacuna a Europa tras detectar casos de trombos Sanidad limitará su uso a los menores de 60 años como medida de «prudencia» Al ritmo actual se tardarían 631 días en que el 70% de la población tuviera dos dosis
La Generalitat opta por la prudencia. El Govern está en funciones y es de coalición y, por tanto, hay distintas voces, aunque la portavoz, Meritxell Budó, defendió ayer apurar hasta el 9 de mayo para ver cómo está la situación epidemiológica y, a partir de ahí, decidir qué posición toman: si apuestan por una prórroga del estado de alarma o prefieren que decaiga, como anunció inicialmente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. También es cierto que en las últimas horas, matizó y aseguró que se esperará hasta el 9 de mayo para ver cuáles son las circunstancias de la pandemia y se apoyará en el criterio de los expertos.
Budó, en este sentido, acusó a Sánchez de «electoralista» (en referencia a las elecciones a la Comunidad de Madrid) por anunciar a tres semanas vista qué hará con el Estado de alarma y lamentó que durante este tiempo «no se hayan modificado mecanismos legales necesarios para afrontar la gestión de una pandemia de manera descentralizada sin aplicar Estado de alarma». «Estamos a tres semanas vista y los datos pueden variar de una semana a otra y es muy prematuro dibujar escenarios», dijo.
Cataluña volvió al confinamiento comarcal hasta el 19 de abril, y todo apunta a que los datos epidemiológicos empiezan a mejorar: uno de los datos que más atención están prestando los expertos es la positividad (ratio de positivos por pruebas hechas), que lleva seis días bajando. No obstante, el principal temor son los hospitales y el incremento de la presión en las UCI sigue sin dar tregua, aunque se ha ralentizado el aumento en los últimos tres días (ahora hay 518 pacientes, cuando hace una semana había 461 y hace dos había 408).
Asimismo, Budó también informó que se está estudiando introducir modificaciones al confinamiento y fijarlo por veguerías en lugar de comarcas. «Lo debemos terminar de consensuar, pero sí esta encima de la mesa», aseguró.
También Budó señaló algunas de las ventajas del Estado de alarma, como la posibilidad de establecer un toque de queda (en Cataluña está situado a las 22 horas). Sin ese instrumento, no se podrán fijar algunas medidas como la limitación de la movilidad nocturna y las restricciones que se adopten deberán obtener la ratificación del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Por su parte, la consellera de Salud en funciones, Alba Vergés, avanzó ayer que propondrá en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) del miércoles espaciar las dosis de la vacuna de la covid-19 desarrollada por Pfizer más allá de los 21 días para «inmunizar a muchas más personas».
«Tenemos muy claro el objetivo: poder vacunar cuanta más gente mejor en el menor tiempo posible», insistió Vergés, en rueda de prensa junto al secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, y la subdirectora general de Promoción de la Salud, Carmen Cabezas.
La consellera defendió que con la primera dosis de Pfizer se consigue un «alto grado de protección» frente al virus por lo que reiteró, textualmente, la necesidad de que la evidencia científica se traslade a la toma de decisiones.
La norma de administrar la segunda dosis de la vacuna a los 21 días obliga, según ha detallado Vergés, a realizar «ciclos muy cortos» para terminar la pauta de la vacunación: esta semana, por ejemplo, se inocularán 40.000 segundas dosis que para la consellera podrían destinarse a inmunizar otras personas.
Asimismo, destacó que otros países europeos ya han aprobado espaciar las dosis de Pfizer por un plazo de 42 días, una decisión que «permite llegar a mucha más gente vacunada en mucho menos tiempo», y cumplir el objetivo de vacunar más rápido sin disminuir la protección, argumentó Vergés.
Por su parte, Argimon precisó que la propuesta del departamento incluye mantener las segundas dosis de Pfizer para las personas mayores de 80 años y empezar a espaciar las dosis de Pfizer más allá de los 21 días a partir de los 79 años hacia abajo.
La consellera criticó la gestión del Ministerio de Sanidad, sobre todo -dijo- los retrasos, la lentitud y «la poca agilidad en las decisiones» para incorporar nuevas herramientas como la eliminación del tope de edad de AstraZeneca y venta de test de antígenos en las farmacias españoles.
La norma de administrar la segunda dosis de la vacuna a los 21 días obliga a realizar “ciclos muy cortos”
Cataluña volvió al confinamiento comarcal hasta el 19 de abril, y todo apunta a que los datos epidemiológicos mejoran