Sánchez entrega al PNV prisiones pero aplaza la foto a después del 4-M
El 10 de mayo se escenificará la entrega de la competencia al País Vasco
El Gobierno de Pedro Sánchez cumple con lo prometido con el lendakari del País Vasco, Iñigo Urkullu y cierra la transferencia de prisiones para el País Vasco.
Era una reclamación histórica de los nacionalistas y, en plena estrategia del fin de la dispersión y aumento de beneficios penitenciarios para los presos de la banda terrorista ETA, los de Urkullu habían acordado el pasado 30 de diciembre con el Ejecutivo un «borrador» sobre la transferencia de prisiones.
El PNV insistía en su idea de poner en marcha un «modelo penitenciario» propio a partir de la «coordinación» con la legislación penitenciaria española del que se aprovecharían los presos de ETA, que a lo largo de los dos últimos años han sido acercados a cárceles próximas del País Vasco por el Ejecutivo central y que reclaman ser ubicados en las tres prisiones vascas. Con dicho compromiso, Urkullu ha conseguido salvar el clima electoral en Madrid y que el Gobierno central se avenga a cerrar ya, de manera inminente, su reclamación histórica y otras competencias pendientes al País Vasco. El Gobierno vasco, en rueda de prensa anunció la fecha: 10 de mayo en que se reunirá la Comisión Mixta en la que se harán efectivos estos traspasos, entre los que figuran materias como seguros, servicios privados de seguridad, meteorología, transporte por carretera, fondo de protección a la cinematografía, mercado de productos de pesca y cultivos marinos, Paradores de turismo...
El traspaso de la gestión de las cárceles no supone el diseño de la política penitenciaria, que seguirá en manos del Gobierno, sino la administración de los tres centros penitenciarios del País Vasco, la transferencia más importante del cronograma acordado entre los dos Gobiernos y que ha sufrido retrasos, respecto al calendario inicialmente previsto. El lehendakari presionó en los últimos días ante el temor que las elecciones lo retrasaran más.
El acuerdo sobre las prisiones supone que el País Vasco destinará anualmente unos 70 millones de euros que descontará de su aportación anual del Cupo.