«AYUSO ESTÁ HACIENDO OTRO PROCÉS EN MADRID»
EsEs comprensible, sobre todo para quien ha militado en UPyD y pretendido un puesto en Ciudadanos, que se extremen las alertas frente a todo lo que huela, siquiera remotamente, a nacionalismo. Pero, de ahí a señalar a Isabel Díaz Ayuso como impulsora de un «procés» que busca enfrentar a los madrileños con el resto de España hay un trecho tan largo, pero tan largo, que no lo salva ni el calor de un mitin, más si es en estos tiempos de pandemia y van cuatro gatos. Con un problema añadido, que Irene Lozano es madrileña de cuna y ha desarrollado casi toda su carrera profesional en los madriles y en los medios de comunicación de la capital, lo que, al menos, le supone tener un cierto conocimiento del paisaje y el paisanaje local, tan poco dado a los memoriales de agravios, que es la base de todo nacionalismo que se precie, que cuando descubrió lo de las balanzas fiscales y su papel de paganini por la cara hizo lo de siempre, encogerse de hombros y seguir a sus cosas. En general, el madrileño se ocupa poco de esas pequeñeces y, quizás es su defecto, se sonríe sobrado cuando lee lo de que «Madrid es una extractora de recursos» en un periódico de Oviedo y cualquiera de otras lindezas del tipo que salpican la prensa regional. Madrid, por otra parte, ni se esfuerza en atraer gentes de fuera, se vienen solitos, ni pierde un minuto en sexar orígenes natales. Estás aquí y ya está. Cuestiones tan de carril que llevan a preguntarse si la candidata Lozano es consciente de a quién le pide el voto. Porque ante un auditorio, por poner un ejemplo, de simpatizantes de Compromís, lo mismo cuela, pero en Madrid queda cosa de marcianos, que, seguramente, a los cinco años de vivir aquí tampoco la harían el menor caso. Se entiende, eso sí, la desesperación de los candidatos del PSOE a la hora de buscar argumentos de campaña, una vez que su jefe ha dicho que no piensa subir impuestos ni cerrar la hostelería. Pero, tomar a la Ayuso como si fuera una separatista desorejada no parece que otorgue un suplemento de credibilidad.