La Guardia Civil analiza restos de sangre en la barca de Tomás
La UCO ya se ha trasladado a la isla para buscar a las pequeñas Anna y Olivia. No descartan que el padre haya huido con ayuda de alguien y también le buscan en tierra
caso de Olivia y Anna, las niñas desaparecidas en Tenerife la noche del martes cuando estaban junto a su padre, Tomás Gimeno, no tiene tintes de acabar con un final feliz. Aunque la Guardia Civil sigue trabajando en la hipótesis de que las pequeñas continúan con vida y todo podría tratarse de un secuestro parental, el tiempo juega en contra y las esperanzas por encontrarlas en buen estado se desvanecen con el paso de las horas.
Ayer fue el tercer día de búsqueda y no hubo rastro de ninguno de los tres desaparecidos en mar ni en tierra. Tras confirmarse que la sillita de sujección de bebé (un «maxi-cosi» para el coche) que se encontró flotando cerca de la embarcación de recreo del padre, a una milla del Puertito de Güímar, pertenece a la pequeña Anna, la Guardia Civil amplió la zona de búsqueda desde el noreste de la isla (desde los Roques de Anada hasta Güímar) hasta el sur porque, en el caso de que Tomás hubiera matado y arrojado a las pequeñas al agua, las corrientes podrían llevar los cuerpos hasta allí. Aún así se sigue manteniendo también la búsqueda en tierra y los investigadores siguen solicitando la colaboración ciudadana para encontrarlos tanto en cualquier isla como en la Península. No se pierden las esperanzas de que las pequeñas puedan estar bien aunque también se baraja que el padre haya podido huir tras desprenderse de ellas, con ayuda de alguien en alta mar.
Esta hipótesis cobraría sentido de confirmarse que Tomás sacó «miles de euros» antes de huir, según apuntan medios locales. Podría tener intención de fugarse y no suicidarse como así dio a entender a su entorno cercano con esos mensajes de despedida la noche del martes. También esa noche, en una de las llamadas deEsF-E esperadas de su ex al ver que no devolvía a las niñas le dijo que no las volvería a ver «nunca más». La madre de las pequeñas, Beatriz Zimmermann, no tenía ningún régimen de visitas regulado por un juzgado sino que, desde que se separó de Tomás en verano, ambos acordaban de forma verbal cuándo podía el padre ver a sus hijas. Según el entorno de la pareja, se ponían siempre de acuerEl do de forma amistosa pero la relación entre ellos empezó a cambiar a raíz de que Tomás se enteró de que Bea comenzaba a rehacer su vida al lado de otro hombre. El martes por la tarde se llevó a las niñas sobre las 17:30 horas y estuvo con ellas en casa. Después fue a casa de sus padres con las menores, según confirmaron éstos, que aseguraron a la Guardia Civil que su hijo y sus nietas se marcharon sobre las 19:30 horas y él se habría despedido de una forma poco habitual. Es la última vez que alguien ve a
Los investigadores ampliaron la búsqueda al sur de la isla y peinan la casa del padre y varias fincas de la familia
La relación entre la ex pareja empeoró cuando Tomás se enteró que Bea había comenzado una relación con otro hombre
las niñas. Bea se acerca a por ellas sobre las 21:00 horas y al ver que no están llama a Tomás. Éste contesta que irá a cenar con ellas pero para entonces ya estaba rumbo al puerto de la Marina de Santa Cruz de Tenerife, donde las cámaras le captan a eso de las 21:30 horas: aparca su Audi blanco cerca de su embarcación y da varios paseos desde el vehículo a la lancha para cargar todos los bultos que tenía: maletas y bolsos. Después sale a navegar pero regresa a tierra porque se queda sin batería en el teléfono. Coge el coche y va a una gasolinera a por un cargador. Vuelve a zarpar sobre las 0:30 horas. Desde las diez de la noche, no obstante, cuando Bea comienza a llamarle de forma compulsiva al ponerse nerviosa, él le dice que no volverá a verlas.
Larga conversación
La ex pareja vuelve a hablar en un par de ocasiones más, una de ellas pasadas las 00:30 horas, cuando él ya estaba en alta mar. Fue una conversación larga pero él terminó volviendo a mandarle el mismo mensaje: iba a irse con las niñas y nunca más vería a ninguno de los tres. Lo siguiente que se sabe en su embarcación y la sillita de Anne a la deriva cerca de Güímar.
El equipo de inspecciones oculares analizó la embarcación y encontraron restos de sangre, si bien no se ha confirmado siquiera que sea sangre humana y podría tratarse de restos de pesca.
Ante el cariz que están tomando los acontecimientos y dado la magnitud del caso, los agente de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la UCO, ya se han trasladado a Tenerife para colaborar con el equipo de Judicial de la Comandancia de la isla y tratar de encontrar cuanto antes a los desaparecidos o cualquier pista que ayude a dar con su paradero.