Pardo Bazán, lo mejor de su centenario es leerla
La Fundación José Antonio de Castro publica la obra completa de la gallega en edición de Darío Villanueva y José Manuel González
En mayo de 1921 moría Emilia Pardo Bazán; se va cumplir así el centenario de la desaparición de esta señera representante del mejor naturalismo español. Su obra, parangonable a la novelísestimables tica de Galdós o «Clarín», ha ido manteniendo una renovada vigencia; duros ambientes rurales, personajes de arraigada brutalidad, seres marcados por su ineludible herencia biológica, tramas de malsano planteamiento y la decidida denuncia de lacerantes desigualdades sociales conforman una narrativa clásica que se lee actualmente con el máximo interés.
Todo un acierto así la publicación de sus obras completas en dos volúmenes, que acogen, aparte de sus más conocidas novelas –«Los pazos de Ulloa», «La madre naturaleza»–, algunas otras muy
y que no han gozado de una merecida difusión. Tal es el caso de «Pascual López. Autobiografía de un estudiante de Medicina», ficción ambientada en la Santiago de Compostela universitaria con juveniles peripecias de inspiración romántica; «Un viaje de novios», donde se aborda el conflicto emocional de un matrimonio de conveniencia; «El Cisne de Vilamorta», relato sentimental con turbio trasfondo incestuoso, o «Morriña», una singular «Historia amorosa» como reza el subtítulo. Con una esclarecedora introducción de Darío Villanueva y José Manuel González Herrán, se ha conseguido la modélica revisión de una novelista creadora de inolvidables personajes, tortuosas atmósferas sociales y ásperos conflictos psicológicos.