La Razón (Cataluña)

A la madrileña

- María José Navarro

Llevo viviendo en Madrid más de la mitad de mi vida ya. Cuando llegué tenía veinticuat­ro años y tenía también la sensación con la que viene todo el mundo a vivir a la capital, esa leyenda que dice que vas a poder disfrutar de cada día a tope, que vas a conocer a gente interesant­ísima, que vas a comerte la cartelera de espectácul­os y todo ello sin que nadie te conozca, te juzgue o te señale.

Llevo viviendo en Madrid la mitad de mi vida ya y he de decir que me siento más que nunca de la ciudad donde nací. No es que no le agradezca a Madrid estos años tan cariñosos que me ha dado, todos los momentos gratos que he pasado, la gente que he conocido, la familia de amigos que también he creado en Madrid, pero quizá lo mejor que tiene esa ciudad es que no te exige que, junto al empadronam­iento, pierdas tu identidad para sumergirte en su amplitud. Ha presumido Isabel Díaz Ayuso de eso que ella ha llamado «vivir a la madrileña», es decir, poder salir de trabajar e ir a tomarte una cerveza, o cambiar de pareja y no encontrart­e con tu ex. Claro, yo me he acordado de mi gente en Albacete y me parece que a cervezas después de trabajar no les vamos a empatar ni empeñándon­os, entre otras cosas, porque les salen bastante más baratas y llegan antes a los garitos, eso para empezar. Sobre los encuentros con las antiguas parejas, es verdad, allí no sólo nos las vamos a encontrar casi todos los días, sino que es posible que hayamos estado a punto de salir con algún familiar lejano.

Vivir a la madrileña, pasados los primeros momentos de efervescen­cia, no se distingue mucho de hacerlo en otro lugar: acabas buscando los sitios de confianza donde acuden tus amigos, prefieres al camarero que te llama por tu nombre a ir cambiando de rostros impersonal­es detrás de una barra y terminas disfrazand­o a tu barrio de localidad para poder hacerlo todo caminando. Madrid es más grande, sí, pero en el fondo, lo importante es pequeño y siempre sucede cerca.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain