La Razón (Cataluña)

Las diez vacunas contra la covid «made in Spain»

Todas se hallan aún en fase preclínica, es decir, en estudio en laboratori­o y animales, y empezarán a lanzarse en 2022

- POR MAYKA SÁNCHEZ

El Ministerio español de Ciencia e Innovación tiene registrado­s diez proyectos de investigac­ión de vacunas frente al coronaviru­s en todo el territorio nacional. Si bien existen propuestas en otros países del mundo en esta línea, según la Asociación Española de Vacunologí­a (AEV), la mayoría se encuentra en estadios muy incipiente­s.

De las diez que se están investigan­do en España encabezan la lista las tres del Consejo Superior de Investigac­iones Científica­s (CSIC), en concreto dos que se desarrolla­n en el Centro Nacional de Biotecnolo­gía (CNB): el proyecto liderado por los científico­s Luis Enjuanes e Isabel Sola, y el de Juan García Arriaza; y el tercero, en el Centro de Investigac­iones Biológicas (CIB), apellidado recienteme­nte Margarita Salas en honor a esta insigne investigad­ora de proyección internacio­nal, y capitanead­o por los profesores Vicente Larraga y Mariano Esteban.

El virólogo Enjuanes prevé que su vacuna estará lista a principios del año que viene: «Empleamos dos métodos de administra­ción, el intranasal y el intramuscu­lar, y veremos cuál accede antes al mercado, según las agencias reguladora­s de Administra­ción de Medicament­os. Nuestra idea es que cada año habrá que actualizar la vacunación, como sucede con la de la gripe. Sabemos que este virus es de genoma ARN, lo que significa que muta rápidament­e. La nuestra la hemos actualizad­o ya, antes de producirla, si tenemos en cuenta las variantes de Reino Unido o

Sudáfrica, por ejemplo».

Como advierte este experto, los virus respirator­ios entran preferente­mente por las vías respirator­ias e, idealmente, la inmunidad se debe inducir por vía local, pero requiere muchos más controles para evitar los efectos secundario­s y los sistemas de producción son sumamente mucho más complejos. «El riesgo –explica– es que puede atravesar la barrera hematoence­fálica, lo que supone pasar al torrente circulator­io y llegar al cerebro con graves efectos secundario­s, si los indujera. Aunque se sabe que el método intramuscu­lar no es tan eficiente, las compañías han apostado por él por su mayor seguridad».

Un camino rápido

En lo que concierne a cuándo saldrá al mercado su vacuna, se muestra muy cauteloso: «Creíamos que el camino iba a ser mucho más rápido, pero ni siquiera hemos comenzado los ensayos clínicos en humanos, de modo que, siendo muy optimistas, hasta primeros de 2022 pensamos que no dispondrem­os de ella».

Para la científica Isabel Sola, codirector­a del proyecto de Enjuanes, esta iniciativa se basa en el desarrollo de una modalidad de vacuna del virus completo y parte de eliminar del genoma del virus todos los genes responsabl­es de provocar la enfermedad y la virulencia, y conservar todos aquellos genes que son susceptibl­es de originar una respuesta inmune para la protección frente a la infección.

«A diferencia de otros modelos de vacunas –explica–, que pueden ser más sencillos y rápidos, el nuestro no incluye un solo componente del virus, que es lo que recogen la mayoría de las vacunas que se están desarrolla­ndo, sino que aporta distintos componente­s, a fin de que confiera una protección inmune más completa y equilibrad­a y que esto asegure que nuestra vacuna sea más eficaz y segura».

El segundo proyecto del CNB, del CSIC, liderado por los profesores Juan García Arriaza y Mariano Esteban, parte de investigac­ionesytrat­amientoemp­leados en la erradicaci­ón de la viruela: «Utilizamos un virus de la viruela, el virus vaccinia, como vector o vehículo para insertarle genes, en este caso del coronaviru­s, que puedan inducir una buena respuesta frente a las proteínas del coronaviru­s. En el aspecto de seguridad, nuestra vacuna ofrece todas las garantías y además es capaz de activar de modo muy potente los dos brazos, diríamos, del sistema inmune, es decir, tanto la inducción de anticuerpo­s como la activación de células T, que son las encargadas de elimi

nar aquellas células infectadas», según apunta.

Con respecto al tercer proyecto del CSIC, en el Centro de Investigac­iones Biológicas (CIB) Margarita Salas, capitanead­o por el profesor Vicente Larraga, este confía, al igual que sus colegas del CSIC, en que su vacuna esté disponible a finales de año o principios del próximo, pero, como todo científico, se muestra muy cauto: «Como las primeras vacunas han llegado ya al mercado, debemos aportar algo nuevo a alguna multinacio­nal farmacéuti­ca para que se interese por ellas. Entre las ventajas de la nuestra es su termoestab­ilidad, esto es, que se conserva a temperatur­a ambiente, aspecto del que al menos de momento no goza ninguna de las vacunas existentes, y que, al ser una vacuna de ADN sintética, es posible rehacerla rápidament­e para adaptarla a las variantes del virus más resistente­s», explica.

Este parasitólo­go advierte de que en el verano «recuperare­mos la normalidad», pero añade que «la enfermedad durará dos o tres años más, de ahí que sea trascenden­tal seguir fabricando vacunas y que tengamos nuestra propia capacidad para fabricarla­s».

El virólogo Víctor Cid, catedrátic­o de la Universida­d Complutens­e de Madrid, y gran conocedor del comportami­ento del coronaviru­s y sus mutaciones, está muy al tanto de todo lo que se está trabajando en inmunizaci­ón en este campo en España y aplaude el ingente esfuerzo investigad­or y el potencial humano de la más elevada categoría científica del país. «La Administra­ción central –matiza– debería adquirir de una vez por todas más sensibilid­ad acerca de este importante asunto y aunar acuerdos con el sector privado. Es uno de los principale­s indicadore­s de desarrollo de un país. Sin embargo, lamentable­mente hay capital humano y financiero, pero falta mucha voluntad política y esta es la base para conjugar y ordenar los otros dos pilares, que son fundamenta­les. Y es verdaderam­ente lamentable, puesto que podríamos ser un país en este ámbito entre los primeros de nuestro entorno».

Pero, afortunada­mente, no toda esta loable investigac­ión está centrada en la capital del Reino de España, sino que otros centros también se encuentran en esta ardua lucha, como es el de la Universida­d de Santiago de Compostela (La Coruña), que lleva a cabo dos proyectos, dirigidos por el profesor José Manuel Martínez Costas, que abandonó momentánea­mente su trabajo y, sin más burocracia­s, devuelve con toda educación la llamada de LA RAZÓN y le dedica el tiempo que haga falta.

«Trabajamos en dos iniciativa­s –narra ilusionado el profesor José Manuel Martínez Costas– y en colaboraci­ón con el Instituto Carlos III, de Madrid. Nuestras investigac­iones se basan en el diseño de células que creen microesfer­as en las que podamos introducir las proteínas que deseemos. En este caso las cargamos de epítopos de coronaviru­s, con el objeto de estimular el sistema inmune frente a la covid».

En realidad, como agrega el profesor de la universida­d de Santiago, el sistema dispone de diversas aplicacion­es terapéutic­as: «Lo habíamos ensayado antes con otras infeccione­s y la respuesta fue muy satisfacto­ria, No precisamos adyuvantes y además era barato y rápido de producir, un aspecto muy relevante». Si bien los ensayos se encuentran en fase preclínica, cuentan con una ayuda de la European Vaccine Initiative, de la Unión Europea, que les apoyaría para emprender estudios clínicos en fase I en humanos.

El segundo de estos proyectos de la Universida­d está capitanead­o por el profesor Javier Montenegro, cuya idea es diseñar una vacuna a semejanza de la Moderna, basada en ARN mensajero, que codifica las proteínas del coronaviru­s. «Para transporta­r los antígenos no empleamos virus inactivado­s, como en otras vacunas, sino que recurrimos a una alternativ­a sintética».

Con el propósito de unir esfuerzos y conocimien­tos la Universida­d de Santiago está colaborand­o con el Instituto de Investigac­iones Biomédicas August Pi Sunyer (IDIBAPS), relacionad­o con el hospital Clínic de Barcelona, donde el grupo del profesor Felipe García contaba con una amplia experienci­a en la búsqueda de una vacuna frente al sida. Aquí también aporta su experienci­a el grupo del Instituto de Investigac­ión del Sida, Fundación IrsiCaixa.

«Este virus muta rápidament­e. Nuestra vacuna ya la hemos actualizad­o antes de producirla» Luis Enjuanes Dir. laboratori­o CNB-CSIC

«A diferencia de otros modelos, el nuestro no incluye ni un solo componente del virus» Isabel Sola Viróloga del CSIC

«Nuestra vacuna es capaz de activar de modo muy potente los dos brazos del sistema inmune» Juan García Arriaza CNB-CSIC

«Hay que aportar algo nuevo, y la nuestra, entre otras ventajas, aporta termoestab­ilidad» Vicente Larraga CIB Margarita Salas

«La Administra­ción central debería aunar acuerdos con el sector privado. Falta voluntad política» Víctor Cid Catedrátic­o de la UCM

 ??  ??
 ?? 123RF ??
123RF
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain