La Razón (Cataluña)

Guerra soberanist­a: ERC amenaza con gobernar en solitario

Aragonès prioriza ahora su investidur­a a un acuerdo con los posconverg­entes y contactará con la CUP y con los Comunes

- POR T. BOLAÑO / J. GALLEGO BARCELONA

Las negociacio­nes entre Esquerra y JxCat para la investidur­a de Pere Aragonès han estallado a 17 días de la fecha límite (26 de mayo) para evitar una repetición electoral. Los republican­os, agotados por los quiebros y las exigencias inasumible­s de JxCat, dieron ayer un golpe encima de la mesa y anunciaron su voluntad de formar un gobierno en solitario. Como ya adelantó este diario la semana pasada, en la sala de máquinas de Esquerra estaban tanteando desde hacía días forzar un nuevo intento de investidur­a si el bloqueo de los posconverg­entes se prolongaba.

Y ese momento ha llegado: Aragonès pedirá a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que inicie una nueva ronda de consultas para proponerle como candidato a una investidur­a pese a que no hay acuerdo aún con JxCat y pese a que, en estos momentos, no tiene los apoyos suficiente­s garantizad­os. Los republican­os se aferran a las palabras del secretario general de JxCat, Jordi Sánchez, que ha planteado en varias ocasiones que si no hay pacto con ERC, cederían los votos que hiciera falta para que Aragonès saliera investido.

Si bien, ese escenario tampoco parece del todo garantizad­o. Sánchez ayer se resistió a regalarle los votos a Aragonès –habló de que se «estudiará» esa posibilida­d– y reclamó a Esquerra continuar negociando para formar un gobierno compartido. No obstante, puede llegar tarde porque Aragonès fue tajante y aseguró que ahora la prioridad es su investidur­a e iniciar la legislatur­a con un Govern en minoría y ya más adelante tratar de incorporar­los. Este escenario también acentúa las divisiones internas en JxCat, ya que empiezan a arreciar las críticas contra Sánchez por la gestión de las negociacio­nes que ha hecho y porque hay sectores –entre ellos, algunos consellers como Meritxell Budó, Damià Calvet o Miquel Sàmper– que optan por mantener el poder en la Generalita­t y entrar en el ejecutivo de Aragonès.

La vía que ahora explorará Esquerra Esquerra pasa por mantener los nueve apoyos de la CUP –partido que también está mostrándos­e muy crítico con la actitud de JxCat– y reclutar a los ocho diputados de los Comunes, con quien continúan las negociacio­nes. En total, entre las tres formacione­s sumarían 50 diputados, insuficien­te para la investidur­a –la mayoría absoluta está situada en 68 escaños y la mayoría simple requerirá previsible­mente más de 50–. Y, en este punto podría aparecer el PSC, que hasta ahora ha mostrado un tono duro con Esquerra y el independen­tismo –de hecho, insiste en pedir que Aragonès dé un paso al lado–, pero podría empezar a ganar enteros la posibilida­d de que entrara en el tablero de juego para desboquear la situación.

No obstante, romper con JxCat puede comportarl­e a Esquerra también difíciles consecuenc­ias. Por un lado, por la presión del independen­tismo más radical, que irá en aumento pese a que también es cierto que los republican­os ya han amortizado ese desgaste. En este sentido, ayer mismo, figuras del entorno más próximo a Puigdemont se dedicaron a lanzar duros ataques contra Esquerra. Entre ellos, Josep Lluís Alay –jefe de la oficina del expresiden­te de la Generalita­t–, que llamó a la revuelta. «Golpe de calle, como todas las independen­cias en revuelta», aseguró a través de las redes sociales. También el abogado de Puigdemont, Josep Costa, se pronunció y acusó a Esquerra de «traición» por el viraje dado.

Por otro lado, porque Aragonès se puede ver bloqueado en el Parlament. Las llaves de la cámara catalana están en manos de JxCat, con Borràs al frente, que es quien decide iniciar una ronda de consultas, a qué candidato proponer y si se convoca un pleno de investidur­a. En este sentido, Borràs podría bloquear a Aragonès por falta de apoyos o plantear a Salvador Illa como candidato, que ha insistido desde las elecciones en someterse a una sesión de investidur­a para presentar su programa de gobierno.

Ayer mismo, en un acto junto a Miquel Iceta, volvió a pedir a Aragonès que se eche a un lado y deje paso a un gobierno liderado por él mismo y que integre a los Comunes –con el apoyo externo de Esquerra–. «Señor Aragonès, hágase a un lado, acepte la realidad, deje que haya en Catalunya un Govern de servidores públicos de izquierdas», espetó ayer, mientras la CUP pidió a JxCat y ERC un «acuerdo de mínimos».

 ?? EFE ?? Pere Aragonès compareció de urgencia ayer ante los medios en la sede de ERC
EFE Pere Aragonès compareció de urgencia ayer ante los medios en la sede de ERC

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain