Los jóvenes españoles, más preocupados por el paro que por la salud
La población de menor edad se muestra más crítica con los comportamientos incívicos y la falta de solidaridad
Los medios de comunicación recogen numerosos incidentes protagonizados especialmente por masas de jóvenes, que desafían las más elementales normas de prudencia para evitar los contagios por coronavirus, tanto en espacios abiertos como en cerrados. No tienen en cuenta que, aunque el estado de alarma haya terminado, el virus sigue ahí.
En el último informe del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en el que se trata ampliamente el tema de la pandemia, el estudio número 3.318 del pasado mes de abril, se advierte el diferente punto de vista ante la pandemia que presentan los más jóvenes con respecto al conjunto de la sociedad.
Si para el 52,8% de los españoles, lo peor del coronavirus ya ha pasado, entre los jóvenes de 18 a 24 años el porcentaje sube al 60,4% y es aún mayor en el segmento de 25 a 34 años, en donde se registra un 62,0%.
Son dos percepciones muy distintas; los jóvenes perciben mucho menos que los mayores el riesgo del Covid-19.
En línea con esto, es significativo que los jóvenes den más importancia a la economía que a la salud, lo contrario que sucede con la población en general. Concretamente, al 24,3% del conjunto de la sociedad le preocupa más los efectos sobre la economía y el empleo frente a un 44,7% entre los jóvenes de 18 a 24 años y un 37,5% en la franja de edad de 25 a 34 años.
Al conjunto de la población le preocupa en un 38,0% los efectos sobre la salud, mientras que para los jóvenes, desde los 18 hasta los 34 años, los efectos sobre la salud no superan el 34,6%.
Con relación a la preocupación de los españoles con relación a la crisis de coronavirus, tan solo el 6,1% afirma que le afecta poco o Entre los que cuentan entre 25 y 34 años el porcentaje sube al 9,9% y entre los más jóvenes, los de 18 a 24 años, alcanza el 12,3%. Hay dos varas de medir la peligrosidad del virus. Entre la juventud española se minimiza el riesgo.
Otra postura antagónica la mantienen los jóvenes con respecto al resto de la sociedad a la hora de valorar las conductas incívicas e indisciplinadas. Mientras que la media nacional considera que solo el 31,8% actúa de forma irresponsable, entre los jóvenes aprecian estos comportamientos rechazables en mayor proporción, con el 51,4% en el grupo de 18 a 24 años y del 42,5% en el que le sigue de 25 a 34 años.
Pero es mayor la distancia entre la opinión de la sociedad y la franja de edad de 18 a 24 años en cuanto a la percepción de si la mayoría está reaccionando con civismo y solidaridad ante las medidas para luchar contra la pandemia; el punto de vista del 39,3% de los más jóvenes es que sí, mientras que a nivel general es de 59,6%.
La vacunación es otro escenario de enfrentamiento entre jóvenes y el resto de los españoles; si la media nacional de los que se niegan a ser vacunados es del 5,3%, crece alarmantemente ennada. tre los que tienen de 18 a 24 años, situándose en el 7,9%, pero que aún escala más entre los que tienen entre 25 y 34 años, que alcanza el 9,1% de negativas.
Con respecto a la vida social y relaciones la mayoría de los españoles manifiesta que las restricciones le han afectado mucho o bastante, hasta el 71,6% de la población general. Pero los jóvenes de 25 a 34 años son los que más, pues el porcentaje en este grupo de edad llega hasta el 76,3%.
Con todos los datos expuestos, llegamos a la conclusión de que el punto de vista de los jóvenes sobre la pandemia choca frontalmente con el mantenido por el conjunto de la sociedad.
Por una parte, la percepción de la gravedad de la enfermedad, en cuanto al riesgo para la salud que supone, que para este grupo de edad es de mucha menor intensidad, les lleva a minimizar la amenaza que significa la relajación en las relaciones sociales y les lleva a asumir conductas de riesgo que el resto de la sociedad rechaza. Esto, además, se ve reflejado en lo que a la vacunación se refiere y el rechazo al suero que presentan en mayor proporción, lo que refleja una vez más, que no perciben la Covid-19 como una enfermedad mortal o de importancia, como por otra parte reflejan los datos de sanidad. Todo esto contrasta, sin embargo, con que los jóvenes se muestran más críticos con las actitudes incívicas y menos solidarias, pese a ser los protagonistas de las noticias en cuanto a saltarse las normas anticovid a la hora de socializar.
Por otra parte, en cuanto a los efectos que la pandemia está ocasionando en el plano económico, al ser el grupo de edad más afectado por la crisis, sí muestra más concienciación de los estragos que ha ocasionado. Es decir, los jóvenes se comportan como jóvenes y los mayores como mayores.