El recambio «trumpista» de Liz Cheney
Elise Stefanik, congresista de Nueva York, ha sido elegida por el Partido Republicano como sustituta de una Liz Cheney caída en desgracia. Lo ha hecho por 134 votos contra 46, después de que el miércoles los congresistas votaran por castigar a la congresista por Wyoming y destituirla en el pescante del partido. Había cometido el pecado de enfrentarse a Trump e incluso votó en su contra durante el proceso de «impeachment». Cheney no fue la única: votaron igual republicanos icónicos, como Mitt Romney, Pat Toomey o Susan Collins. El mensaje estaba claro: nadie ni nada puede criticar a un Trump capaz de haber conquistado más votos en las pasadas elecciones que ningún otro aspirante republicano en la historia. Stefanik, que no dejó de moverse en los últimos días para garantizarse el puesto, contaba con el apoyo decidido del líder de la minoría republicana en el Congreso, McCarthy, después de haber renunciado a seguir apoyando a Cheney. La gran paradoja, que explica bien la situación a la que ha llegado el partido, consiste en que el currículum de Stefanik está bastante más lejos de los postulados conservadores clásicos que el de su antecesora. A cambio, eso sí, presenta un intachable currículum de acciones y declaraciones rotundamente leales a Trump, que tachó a Cheney de ser «un ser humano amargado y horrible».