Cataluña tiene los mismos ingresados que en la tercera ola de febrero
Los datos de contagios no remiten todo lo que los responsables desearían
La quinta ola de contagios está siendo un quebradero de cabeza para todo el sector sanitario y sus responsables en Cataluña. Tras el fin del segundo estado de alarma donde desapareció el toque de queda y las mascarillas al aire libre todo parecía recuperar, poco a poco, la normalidad. La comunidad ,además, permitió la vuelta del ocio nocturno, prácticamente sin medidas restrictivas, lo que dio lugar a la tormenta vírica que se produciría solamente una semana después.
Así las cosas, la comunidad ha visto en las últimas semanas como la situación se descontrolaba a niveles de olas de contagio pasadas. Con jornadas en las que se han registrado más de 9 mil casos en 24 horas, los efectos de esta ola empiezan a tener unos efectos desastrosos para el sistema hospitalario catalán. En el último día, Cataluña registró 1.800 pacientes ingresados en los centros médicos, cifra que no se veía desde el 24 de febrero de este año durante la tercera ola.
Los datos en las UCI, además, alcanzaron ayer unas cifras que hacía tiempo que no se veían en la comunidad. Más de 360 pacientes se encontraban ingresados como graves en los hospitales catalanes y se espera que sigan incrementando en las próximos días, algo que preocupa en gran medida a los responsables del sistema sanitario que ya acumula un desgaste titánico en el último año y medio.
Además, estos malos datos que ya preveía el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, provocaron que el viernes pasado la comunidad se viera obligada a dar archa atrás y recuperar el toque de queda, esta vez de forma selectiva, en 161 municipios con una alta tasa de incidencia provocada por el virus.
Aún así, ni el conseller ni otras autoridades creyeron que fuese importante cancelar otros eventos como los festivales donde se han detectado brotes de contagios contagios como los festivales de verano. Esto ha provocado un gran enfado en el mundo del sector del ocio nocturno, que siempre es el primero en ser cerrado, y que con la reapertura en junio pidió medidas más duras mientras estuvieran abiertos que fueron rechazadas por la Generalitat.
Todo ello ha provocado que la situación sea en estos momentos muy delicada en la comunidad. Si bien es cierto que no se registran grandes datos de fallecimientos, eso no impide que esta ola pueda provocar grandes tensiones al sector hospitalario. Los médicos y enfermeros llevan arrastrando más de un año una fátiga que dificilmente aguanatará mucho tiempo lo que provoca que cualquier incremento exponencial de los ingresados sea visto como un peligro.
Tras el colapso del sector de la atención primaria por el aumento descontrolado de casos en las primeras semanas de julio, ahora toca ver los efectos en las hospitalizaciones. Con más de 8.000 casos cada 24 horas, las consecuencias, aunque en menor medida gracias a las vacunas, se han notado ya en los hospitales catalanes. Esto, que ya provocó la vuelta del toque de queda allí donde el virus golpea con más fuerza, va a generar que este se mantenga mínimo las tres próximas semanas con nuevos municipios, debido a que el avance de la Covid parece no tener fin a corto plazo.
Catalunya registró ayer 7.915 más que en el recuento del lunes, según datos de la Generalitat. En cuanto a los fallecidos, se deben lamentar 15 defunciones en las últimas 24 horas. El incremento de pacientes ingresados también fue considerable con 140 más que en el último recuento.
Un total de 364 pacientes se enencontraban en unidades de cuidados intensivos (UCI) una cifra no vista desde mayo. Además, la velocidad de reproducción de la enfermedad (rt) baja a 1,04 y el porcentaje de positividad de los test se mantiene muy alto con un 21,08%, muy por encima del 5% recomendado por la OMS para controlar la pandemia
La Generalitat amplía la lista de municipios con toque de queda a 165 municipios en toda la autonomía